Malestar y destinos del malestar. Artes del descontento [volumen II]

122 – malestar y destinos del malestar Artes del descontento neas de Jochen Gerz, Peter Eisenman o Alfredo Jaar, quisiéramos resaltar con ellos no sólo el modo en que dan cuenta de la “vida dañada”, sino también la manera en que trabajan con la forma de la distancia y con esa distancia del pensar. El nombre de cada uno de sus proyectos opera como marco real de algo que está ausente en la obra misma, porque justamente esto metaforiza el asunto mismo de lo que tratan: presentar a través de la forma aquello que está en el límite de lo irrepresentable. En función de esa clave podemos detenernos en el Monumento de Hamburgo contra el fascismo (o, más brevemente, Monumento contra el racismo ) de Gerz 21 , en el Monu- mento a los judíos de Europa Asesinados de Eisenman 22 o en las distintas obras de Jaar que componen su Proyecto Rwanda , particularmente en Los ojos de Gutete Emerita , así como en su Geometría de la conciencia 23 . Con una superficie de 19.000 m2, el Monumento de los judíos… de Eisenman está compuesto de 2.711 bloques de hormigón macizos y sin letras, emplazados sobre la línea de muerte del muro que dividió Berlín en dos Alemania, donde estaba, ade- más, el búnker en el cual se suicidó Hitler. Ahí se inscribe un lugar entre los bloques y sus volúmenes, tratándose menos de representar que de mostrar aquel sitio. Del mismo modo, en Geometría de la Conciencia , el memorial de Jaar introduce al espectador en un espacio subterráneo para dejarlo frente a siluetas de rostros que no son de nadie, pues los desaparecidos y la inscripción del terror durante la dicta- dura militar chilena se encuentra en infinitos puntos. A estos últimos, los pondrá en movimiento ad infinitum mediante un juego de espejos que se prolongan en un conjunto de archivos que se repiten y que el propio sujeto deberá puntuar, detener, sin dejar de entender todo el tiempo una voz interpelante, la cual se reparte en aquel espacio de mostración, puesto que está todo ahí, en un punto. En tales soportes, lo real no se representa tal y como aparece, sino que es “pro- ducido” en una dialéctica de la detención, de la sustitución o del desplazamiento. De este modo, ellos nos permiten “pensar” lo visto y sentir, aunque también introducir preguntas respecto de nosotros y, particularmente, sobre nuestra posición frente a lo extremo y la violencia del prójimo; es decir, frente a los hechos y ante nuestra propia biografía, aquella de los nuestros, así como aquella de los otros. La obra nos fuerza a recorrer lo que sabemos de aquella, pero sobre todo lo que de ella desconocemos, mientras nos hiere en eso que ella indica y en su distancia concerniente: los límites 21 Jochen Gerz, Monumento de Hamburgo contra el fascismo , 1986. Memorial. Acero galvanizado cubier- to de plomo. Hamburgo, Alemania. 22 Peter Eisenman y Bruno Happold. Monumento a los judíos de Europa asesinados , 2005. Memorial. Hormigón. Berlín, Alemania. 23 Alfredo Jaar, The Eyes of Gutete Emerita , 1996. Instalación. Texto y mesa retroiluminados, diapositi- vas. Berlinesch Galerie, Berlín, Alemania [http://www.alfredojaar.net/index1.html ]; La Geometría de la Consciencia, 2010. Instalación permanente. Hormigón, cajas de luz, espejos. Museo de la Memoria, Santiago, Chile.

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=