Malestar y destinos del malestar. Artes del descontento [volumen II]
120 – malestar y destinos del malestar Artes del descontento mortíferas comandan sobre la organización y realización de proyectos sociales e in- dividuales. Distanciamiento y subjetivación Hay prácticas del arte que intentan ligar lo clivado en los procesos de subjetivación. En función de esto, habría que producir registros de extrañamientos mínimos que impliquen generar espacios de pensamiento, afectando así menos el contenido que las operaciones mismas del pensar. Tal como planteara Brecht en su teatro épico, es necesario generar operaciones subjetivas que permitan un pensamiento que piense. En este sentido, en 1948 señala: Si atribuimos a nuestros personajes móviles sociales que varían según las épocas po- nemos trabas a los procesos de empatía. El espectador no podrá decirse ‘Yo también actuaría así’. A lo sumo diría ‘yo también habría actuado así en esas condiciones ’. Desde luego, esas imágenes “historizadas” exigen una técnica de actuación que deje libertad y movilidad al espíritu del observador. Es preciso que este realice montajes imaginarios de nuestro personaje […]. La técnica de actuación que […] adoptó el Schiffbauerdamm–Theater de Berlín con el fin de producir estas imágenes, se basa en el efecto del distanciamiento ( V–Effekt). Una representación ‘distanciada’ es una representación que permite reconocer el ob- jeto representado, pero al mismo tiempo lo hace ver como algo extraño 14 . Aquel efecto de distanciamiento, implicaría, además de la condición del pensamien- to, ligar el placer de la comprensión y la densificación de la propia posición subje- tiva en relación al campo histórico social. 15 Distancia pero también, en ese extraño encuentro, admitir aquello que , como lo plantea Didi-Huberman, nos concierne . 16 Son prácticas que ponen en acto obras que intentan restituir un lazo escindido o, al menos dañado, buscan trabajar con esas operaciones capaces de hacer posible que un pensamiento logre constituirse en cuanto tal. Obras donde su realización formal y el trabajo con su recursividad inscriben lo real en el trabajo del pensamien- to. Más específicamente, y en nuestra referencia a la escisión, son obras que buscan inscribir acontecimientos que se han dado en los límites de la cultura y, por tanto, en los límites del sujeto, no sólo introduciendo una pregunta sobre el índice del sufrimiento y los modos de simbolizarlos, sino también refiriendo, tanto en su reso- 14 Bertolt Brecht, Escritos sobre teatro (1918-1933; Buenos Aires: Nueva visión, 1970), 123. 15 Cf. Peter Thomson y Glendyr Sacks, Introducción a Brecht (Madrid: Akal, 1998). 16 Cf. George Didi-Huberman, “La emoción no dice yo. Diez fragmentos sobre la libertad estética,” en Adriana Valdés (ed.), Alfredo Jaar. La política de las imágenes (Santiago: Metales Pesados, 2008), 39- 67.
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