Malestar y destinos del malestar. Artes del descontento [volumen II]

116 – malestar y destinos del malestar Artes del descontento mente cotidiano. Me di cuenta que no tiene idea de lo que se trata ese lugar, para él son tumbas cualquiera sin ninguna particularidad y sin ninguna historia. Él me preguntó: “¿Porque le sacas fotos a este lugar? Estas tumbas son las más feas, nadie las viene a ver. A mí me dan pena”. Por eso Orlando recoge las flores de otras tumbas y se las coloca a las tumbas del Patio 29. 15 Para concluir: la historia es inscrita por parte de una institucionalidad que la acoge en los libros, en la nominación del territorio, en los monumentos, en una serie de gramáti- cas que conforman un sistema que nos permite olvidar y transformar a aquellos perso- najes que construyeron el presente enmera decoración adventicia de nuestros espacios públicos. Un ejercicio un tanto más difícil es asumir el pasado con cierta normalidad y permitirnos su permanente relectura. Pero es precisamente ahí donde se produce la fisura, la grieta que desestabiliza el monumento y en virtud de la cual el arte tiene la posibilidad de decir lo que no está dicho, de instalar la imagen que falta. En el fondo, se trata de aquella oportunidad que se legitima porque la estatua y el edificio son un signo político que, a la vez, pertenece a la historia del arte, y porque el artista vive en un mundo en razón del cual su trabajo nunca deja de ser político. 15 Francisca Oliva, comunicación personal, agosto 28, 2012. 1. Estatua de Diego Portales. Plaza de la Constitución 2. Edificio Diego Portales (Ex UNCTAD / Hoy Centro Cultural Gabriela Mistral)

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