Casta y sumisión. Chile a 50 años de la Reforma Agraria

64 – Casta y Sumisión enormes consecuencias como fue la violencia en el sur y la cuestión mapuche vigente hasta el día de hoy y no resuelta. Así como no es lícito mirar todo lo que ocurría en la agricultura chilena desde la empresa “La Rosa Sofruco” de la familia de Recareda Ossa, la que por esa misma razón no fue expropiada a pesar de tener miles de hectáreas, así mismo, no se podía comprender toda la agricultura del país a partir del sistema señorial colchagüino. 6 Lo segundo que habría que establecer es: cuál era el “grado de conciencia” que el campesinado tenía en aquella “obligación”, o dicho de otro modo, qué tipo de conciencia se generaba en ese tipo de explotación. O, ¿Cuál era el nivel y pro- fundidad de la subordinación? Pareciera que era muy alto. Se recuerda que se vivía en una servidumbre autoasumida, muy poco reflexiva y de ninguna manera contestataria. Justamente el ya citado Rafael Baraona en su libro el Valle de Putaendo, muestra que la mayoría de los pequeños propietarios de los pueblos de ese valle habían salido de las haciendas, donde habían logrado ahorrar dinero en base a los “talajes” (animales) y con eso se habían comprado una pequeña propiedad. En nuestros estudios seguimos viendo por todo el Valle Central ese fenómeno que en algún libro le denominamos la “subordinación ascética ”, esto es, mantener la servidumbre a la Hacienda con la esperanza de subir en la escala social hacen- dal, llegar a manejar muchos animales propios y de allí “liberarse” saliendo de la Hacienda adquiriendo una pequeña propiedad cercana. Podríamos decir por lo tanto que la demanda campesina, a lo menos en el sistema hacendal de la zona central era propietarista, como se vio después duran- te la Reforma Agraria. Los campesinos “soñaban” con un pedazo de tierra pro- pia, el huerto y goce precario al interior de las haciendas o una “tierrita” donde vivir y producir de manera independiente. El ideal de “granja”, esto es, un espacio en que se produce un poco de todo, estaba en la médula del campesinado chile- no, tanto por su herencia española como indígena. 7 La tercera cuestión que aparece en todos los trabajos de memoria rural es que el campesinado tenía dos vertientes en materia de cultura política, muy marcadas.

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