Casta y sumisión. Chile a 50 años de la Reforma Agraria

Estado, terratenientes y campesinos / Octavio Avendaño – 35 de 290.000 trabajadores afiliados y vinculados a confederaciones controladas por el pc, el ps, el pdc y, en menor medida, el Movimiento de Acción Popular Unitaria (mapu). Fueron expropiados predios que, en total, sumaron alrededor de 685.000 hectáreas de riego y más de 8.000.000 de secano, beneficiando, entre 1965 y 1973, a cerca de 55.000 familias (Cereceda y Dahse, 1980; Huerta, 1989). En 1972, el latifundio prácticamente había desaparecido en los valles y zonas de riego del país. Con la reforma agraria, el Estado logró un mayor control sobre las aguas, las que fueron concebidas como bienes “de dominio público”, revirtiendo con ello el problema de concentración que había generado la privatización de ese recurso establecida en el Código de 1951. En paralelo, se llevó a cabo uno de los planes de fomento productivo a través de la Corfo (Corporación de Fomento), que sentó las bases del desarrollo agroexportador (Gómez y Echenique, 1988). Este plan de desarrollo frutícola y forestal permitió que, entre 1968 y 1973, la exportación de ese tipo de rubros lograra conquistar mercados en Europa, ee. uu. y Asia (Tinsman, 2016). Pero lo más importante fue que la reforma agraria puso fin a dos instituciones que se habían configurado en la época colonial: el inquilinaje y el latifundio. Los efectos de la reforma agraria pueden ser considerados irreversibles, a pesar del modo en que los militares, una vez en el gobierno, pusieron fin a dicho proceso. De hecho, solo un tercio de la tierra fue devuelta a sus antiguos propietarios, sin que se lograra reconfigurar el antiguo latifundio. Por cierto, hubo cambios de orientación en la política agraria, sobre todo con la apertura de los mercados y la eliminación demedidas de tipo proteccionistas, que terminaron afectando a pequeños productores, aunque también a ciertos segmentos del empresariado agrícola. 3.3 El movimiento campesino durante la Reforma Agraria La transformación que trajo consigo la reforma agraria fue posible gracias a que se pudo contar con una base de apoyo, que estuvo constituida por campesinos organizados en federaciones y confederaciones. A diferencia de otras experien- cias, como la mexicana, la boliviana de 1954 y la peruana de 1969, en Chile la reforma agraria no estuvo antecedida de movilizaciones campesinas masivas que lograran representar una amenaza para el orden hacendal (Avendaño, 2017a, 2017b, 2017c). Por el contrario, lo que ocurre en Chile es que con ella emerge un movimiento campesino que asume un importante protagonismo. El movimiento campesino se había comenzado a configurar hacia fines de los años cincuenta, por iniciativa de los partidos de izquierda, pc y ps, organi-

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