Casta y sumisión. Chile a 50 años de la Reforma Agraria

Estado, terratenientes y campesinos / Octavio Avendaño – 29 hectáreas cada uno. Los problemas económicos y sociales derivados de los redu- cidos tamaños de las propiedades minifundistas se acentúan aún más hacia la década del cincuenta, debido a la tendencia a la concentración de la propiedad –por parte de las haciendas– y a la presencia de una gran cantidad de familias campesinas carentes de tierra. Ya en la década del treinta la concentración de la propiedad de la tierra se presentaba como un fenómeno bastante crónico en nuestro país. En 1936 (tabla 1), Chile poseía uno de los índices de Gini de con- centración de la tierra más altos del continente, comparable con el que presen- taban Bolivia, Perú y Venezuela, antes de que se diera inicio a sus respectivos procesos de reforma agraria. De acuerdo a las informaciones del Comité Interamericano deDesarrolloAgrícola (cida), dado a conocer hacia mediados de los años sesenta, de 345.000 familias existentes en el sector rural, la falta de tierra afectaba a casi la mitad (Cf. Chonchol, 1994:289). El informe del cida destacaba además que la mayor parte del campe- sinado vivía en condiciones sociales muy inferiores a las del resto de la población urbana. Será precisamente la situación de desigualdad en la distribución de la pro- piedad, sus graves consecuencias sociales y la deficitaria producción que presentaba el conjunto de las grandes haciendas, la fuente inspiradora de la reforma agraria que se implementa a partir de la década del sesenta. Países Año Índice de concentración de la tierra (Gini) Argentina Bolivia Brasil Chile Colombia Costa Rica República Dominicana Ecuador Guatemala México Panamá Perú Uruguay Venezuela 1960 1950 1960 1936 1960 1963 1960 1954 1950 1960 1961 1961 1961 1956 0,86 0,94 0,84 0,94 0,86 0,78 0,80 0,86 0,86 0,69 0,73 0,93 0,82 0,90 Tabla 1 Concentración de la tierra en América Latina Fuente: Adaptación del trabajo de Nancy Lapp (2004:27).

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