Casta y sumisión. Chile a 50 años de la Reforma Agraria

204 – Casta y Sumisión parte, dejaron perdurar, hasta ahora y desde el origen, las cuestiones de las des- igualdad total –la forma chilena ya descrita, con sus perversiones– y del autori- tarismo punitivo como forma de comunidad paranoica y hostil. Desiguales, con castas y plebecías, y autoritarios, con prepotencias y sumi- siones; uniformados y jerarquizados venimos hace quinientos años, y contra esa forma no pudieron ni la reforma ni la revolución y, luego, ahora mismo hasta el año 2011, se miró a los cielos sobre el puno, como si aquello ya no estuviera o acaso no pudiera volver a mirarse. Ambos son esenciales para entender el fundo –sin ellos, ni reforma agraria acaso hubiera sido necesaria, y de seguir, habría sido muy completamente otra–, y lo son también para entender la sociedad chilena actual, incluso en su contrac- ción o contradicciones principales. Tratamos entonces de un par de cuestiones sociales que traen consigo el ser las más antiguas, las estructurales y, en muchos signos, también las más actuales del orden chileno. Mientras esta composición que viene del fundo, nuestro ori- gen histórico, no termine por removerse, la sociedad chilena seguirá pendiente de lo mismo que venía cuando la Reforma Agraria, en los sesenta del siglo xx. Es evidente que se trata de una matriz social que no está ahora al servicio de los señores de la tierra, sino directamente al servicio del capital global. Y tal parece lo propio de la sociología de Chile hoy: capitalismo tardío y global, modernísi- mo, con la forma oscura del Medioevo en los ejes básicos de organización de la sociedad. Una forma sui generis, capitalismo feudal.