Casta y sumisión. Chile a 50 años de la Reforma Agraria

200 – Casta y Sumisión va, por cierto anticrítica 2 al orden o a las reglas de la comunidad. El fundo construyó un modo de ser sociedad cultivando esencialmente esta forma religiosa y punitiva, la cual hacía de la conformidad subjetiva con la norma la primera regla de pertenencia y marcaje. Entraban los obedientes, antes incluso que los alentados. Y salían los que desoían ese llamado continuo a santificar las cosas y los días, fueran las que rondan las cosas de dios como las de los humanos. El orden así cultivado y obligado, con redundancia y en el centro de la cons- titución societal, apunta en el fondo a la negación total de la autonomía del su- jeto; la regla es la inclinación, flexión, antes que cualquier ejercicio reflexivo o de conciencia. Lo que así se construye es un modo de ser sujeto: aquel que se aplana respecto a lo que el grupo dice, lo que el patrón manda, según está por lo demás escrito y bien escrito continuamente. Es esta la base del autoritarismo chileno, entendido como la negación del desarrollo de una conciencia individuada o emancipada, como la quería la mo- dernidad. Con ello se sostenía una vida cotidiana, tanto en lo operativo como en lo simbólico, y se construía una frontera comunitaria; el sujeto se hacía parte del conjunto llamado fundo recibiendo, de ese modo, la protección comunitaria del caos o el desorden que campeaba afuera, en los campos abiertos y fuera del alero del patrón, el Estado o la religión. Ordenados: uniformes, jerárquicos, punitivos El ethos del fundo se organizaba, puede decirse, como un lazo social, trenzado al modo típico de la sociedad chilena, a partir de cuatro principios: orden y castigo; uniformidad; autoritarismo-sumisión y solidaridad. – Orden y castigo: El orden, entendido como la obediencia de todos y de modo conjunto a las normas del grupo; y en su segunda aproximación, como un elogio del disciplinamiento y la aceptación, acompañado incluso de goce por el castigo al transgresor, como deseo punitivo complementario a esta disposición sumisa. – Uniforme-unitario: La uniformidad, entendida como el apego estricto a la norma, de modo que cada quien reproduce el mismo patrón colectivo, ago- tándose el espacio individual a interpretaciones muy menores de los atuendos 2 En una escuela de zonas agrarias del sur de Chile, un grupo de niños escribió frases de buena crianza que colgaron en los árboles del pueblo. Junto a llamados como “debemos cuidar la na- turaleza” o “no botar basuras”, había también uno que señalaba: “la crítica te hace daño”. Por lo demás, es sabida la condena social a los cuestionadores o revoltosos.

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