Casta y sumisión. Chile a 50 años de la Reforma Agraria

Sobre el origen del clasismo, el racismo y el autoritarismo chileno / Manuel Canales – 199 como etnia quieren ser, o son, los españoles, los blancos. En contracara, los inqui- linos habrán de saberse negados, mestizos. En relación al origen de la desigualdad, o la cuestión de la desigualad de origen y sobre cómo se ha legitimado por siglos la misma asimetría, planteo tres reflexiones. Señalo en ellas la violencia contenida en la paz de la hacienda, la que salió a los campos como fiesta y desborde emancipatorio primero, y como furia y castigo luego. Lo primero es que el inquilino era, en términos de clase, colectivo, pariente del patrón y su familia. El pariente negado, el que no se parece o no puede parecerse, parearse, pues viene de otra parición, una violenta: desiguales de nacimiento y nacimiento de Chile, Los Desiguales. En segundo lugar, que el mismo patrón, pater /pariente, que acoge al inquilino como su hijo “inferior”, es también el que lo niega y lo hace huacho en la escena primordial de la violación aquella 1 . Y finalmente, que esta diferencia de filiación –patrones españoles, in- quilinos mestizos– se sostuviera como si fuera una diferencia “genéticamente” real o solo pretendida, es igual; en última instancia sería una dimensión adicio- nal del racismo y su desborde y modo: inventar la diferencia para poder marcarla. La base es entonces la misma y emerge como ideología racista articulada con la estructura de clases. ¿Soma o sema?: racismo igual. Y en tanto ideología, funcionó. Se creyó que por no ser unos los españoles de Europa, ni los otros tampoco ser solo mapuche, podían formar una unidad que, manteniendo la distancia y la diferencia, suturara la falla de origen, la cuestión del nacimiento, la violencia en la sociedad chilena. Resuelve así la necesidad de la unidad con el imperio de la clase; se forma una sociedad en dos, según el matiz, el europeo (nativizado, criollo) y el mestizo (español/mapuche). ¡Obedecerás! El patrón del fundo y la matriz autoritaria-punitiva de Chile El bien más preciado del fundo era el orden. De modo que el pacto ideológico no solo se cumplía sino que se honraba como bien amado. En paralelo, había un gesto continuo de obediencia, en tanto signo primero del cumplimiento de la ley del fundo. No había mayor virtud que aquella y su régimen de sumisión irreflexi- 1 Deahí viene, estimo, el peso inconmensurableque tieneenel hablachilena laexpresiónque refierea laviolaciónensusentido“maldito”,“alamala”,esoes, pordetrás. Tambiénlodijoantes,mejor,Mauricio Redolés:“Cuandolaveo,veounanimal”(En12Thomas,2014),quedice:“Yporquésiellavapordetrás Me pega su puntiá, me pega su clavá Y por qué, si camina tan lejos El monito detrás (y el monito Detroit)”.

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