Casta y sumisión. Chile a 50 años de la Reforma Agraria
Algunas reflexiones sobre la obra de Paulo Freire / Daniel Johnson – 179 chileno con referencias del educador. Así, Freire obtuvo el asilo, viajó a Chile y se integró a Indap [Instituto de Desarrollo Agropecuario]”. (Williamson, 1989, p. 6). El golpe militar de 1964 en Brasil, para Freire la reactivación de la cultura del si- lencio 4 , lo había sorprendido en la fase inicial de una campaña de alfabetización organizada desde el Ministerio de Educación que encabezaba Paulo de Tarso Santos durante el gobierno de João Goulart (1961-1964); y que perseguía llevar a nivel nacional la exitosa experiencia de alfabetización desarrollada en el nordeste brasilero un par de años antes. La experiencia de Freire en alfabetización se basa- ba en su participación anterior en el Movimiento de Cultura Popular de Recife y los talleres de análisis de la realidad nacional llevados a cabo desde el Movimien- to de Educación de Adultos que había llevado al desarrollo de los círculos de cultura como un nuevo dispositivo educacional en el que el proceso pedagógico tenía lugar. Freire veía cómo la forma escuela y la relación tradicional profesor- alumno, que después denominará “educación bancaria”, no servían al enfrentar el trabajo con adultos. A este respecto, Freire (1968), comentará: “Luego de seis meses de experiencia, nos preguntábamos si no sería posible hacer algo en alfabetización del adulto, con un método también activo que nos diese resultados similares a los que veníamos obteniendo al analizar los aspectos de la realidad brasileña. Desde luego, descartábamos cualquier hipótesis de una alfa- betización puramente mecánica. Pensábamos en la alfabetización del hombre brasileño como una toma de conciencia en la ingerencia que hiciera en nuestra realidad. Un trabajo con el que intentásemos, junto a la alfabetización, cambiar la ingenuidad en crítica”. (pp. 99-100). Esta experiencia seminal no estaba solo relacionada con la alfabetización y lo que hoy conocemos como concientización, sino que en Brasil tenía también un efecto concreto en la capacidad de poder participar electoralmente en el sistema político brasileño. La experiencia de las campañas de alfabetización en Recife, y la preparación para su versión nacional, fueron en este sentido construcción del pueblo político en el sentido de convertirse en ciudadanos con derecho a voto, 4 En América Latina, el golpe de Estado se ha convertido en la respuesta de las élites de poder económico y militar a las crisis de origen popular. Esta respuesta varía con la influencia relativa de los militares. Según el grado de violencia y el de la subsiguiente represión del pueblo, el golpe de Estado “reactiva” en el pueblo viejos patrones de comportamiento, patrones que pertenecen a su estado previo de casi inmersión. Solo esta “reactivación” de la cultura del silencio puede explicar la pasividad del pueblo cuando se ve enfrentado a la violencia y el gobierno arbitrario de los golpes militares en Latinoamérica (con la sola excepción de Perú), (Freire, 1990, p. 99).
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