Casta y sumisión. Chile a 50 años de la Reforma Agraria

Rompiendo el silencio. / Francisca Rodríguez – 169 “La reforma agraria y el desarrollo rural deberán ser potenciados y apoyados por una mejora ulterior del sistema actual de relaciones económicas internacionales a fin de superar las políticas proteccionistas, las distorsiones de los mercados internacionales de insumos de producción y tecnología, la insuficiente coopera- ción técnica y la falta de recursos”. La 2ª Conferencia Internacional de Reforma Agraria y desarrollo Rural ( CIRA- DR), de abril de 2007, señala, en los compromisos por parte de los gobiernos –incluido el nuestro– y los organismos Internacionales de NU: “Desarrollare- mos mecanismos apropiados a través de una plataforma duradera a nivel global, regional, nacional y local para institucionalizar el diálogo social, la cooperación y el seguimiento y evaluación de los avances en la reforma agraria y el desarro- llo rural, los cuales son fundamentales para promover la justicia social y el fortalecimiento de la reforma agraria y del desarrollo rural ecológicamente sostenibles, más centrados en los pobres y respetuosos de la equidad de gé- nero ”. Conjuntamente con la fao y una importante participación de las organizacio- nes de La Vía Campesina, de los pueblos indígenas, pescadores, pastoriles, entre otras, fueron elaboradas las Directrices sobre la Gobernanza Responsable de la tenencia de la tierra, la pesca y los bosques, en el contexto de la seguridad alimen- taria y contra el acaparamiento de tierras. A esto se suma el planteamiento de la Iglesia Católica mediante su máxi- ma autoridad, el papa Francisco. Desde la diversidad de credos y religiones que se expresan en nuestras organizaciones, respetamos y reconocemos la gran in- fluencia y los esfuerzos de un sector importante de la Iglesia por acompañar a los sectores populares, lo que hoy, en la visión eclesiástica de nuestro país, no sen- timos presente. Sin embargo, el papa Francisco ha sido enfático en proclamar, en el Primer Encuentro Mundial de Movimientos Populares de Roma, el 28 de octubre de 2014, donde me correspondió participar y hablar en nombre de los campesinos del mundo, las Tres T: “Ni un poblador sin techo ; ni un trabajador sin derecho ; ni un Campesino sin Tierra ”. Al respecto, señaló: “Me preocupa la erradicación de tantos hermanos campesinos que sufren el des- arraigo, y no por guerras o desastres naturales. El acaparamiento de tierras, la desforestación, la apropiación del agua, los agrotóxicos inadecuados, son algu- nos de los males que arrancan al hombre de su tierra natal. Esta dolorosa separación, que no es solo física, sino existencial y espiritual, por-

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=