Casta y sumisión. Chile a 50 años de la Reforma Agraria

16 – Casta y Sumisión contento social se agudizó en contra de la clase dominante, exigiendo el fin del latifundio. De esta manera, entre enero de 1971 y junio de 1972 se aceleraron los cambios: se lograron expropiar 6,4 millones de hectáreas (70% de la producción de los predios y 60% de la tierra) en medio de conflictos agudos en los campos chilenos. En su discurso “Sobre la propiedad agrícola y la Reforma Agraria”, ofrecido el 22 de agosto de 1971, el Presidente Salvador Allende fue enfático al referirse a los sentidos de esta revolución campesina ( sus alcances históricos, sociales y cul- turales), profundizada durante los primeros años de la década de los ‘70: “Que Reforma Agraria no es sólo, y es muy importante, el cambio de propiedad de la tierra, sino que, además, es hacer posible que el trabajador de ella, el campesino, el mediero, el afuerino, cambien su vida y su existencia, eleven su vida y su capa- citación. Reforma Agraria es tierra, más crédito, semillas, abono, planificación, mecanización, sindicación de la tierra. Es educación y es salud. Reforma Agraria es hacer cierta la frase más que centenaria de Tupac Amaru, cuando decía, y lo hizo presente el Presidente del Perú al dictar la Ley de Reforma Agraria, ‘el pa- trón no comerá más de tu sudor, compañero campesino’ ”. América Latina transitaba entre reformas y revolución y el mundo obser- vaba estos cambios desde la promesa de futuro, por un lado, y desde la presión interventora, por el otro, y ya sabemos cómo terminó esta inflexión histórica que venía acompañada de movimientos continentales tanto en Chile como en toda la región. Las contrareformas vinieron a narrar, desde el autoritarismo y la propiedad concentrada en unos pocos, a un Chile que nos vuelve a interpelar a comienzos del siglo xxi. Si la Reforma Agraria fue el proceso de transformación social y económica más importante del siglo xx, como lo afirman muchos, un proceso que terminó con la hacienda, el inquilinaje y un Chile de “Casta y Sumisión”, como lo seña- la este libro, interrogarse sobre el balance de esta experiencia, sobre los éxitos y fracasos; interpelar los silencios y las memorias, iluminar la micro historia, o examinar aquella que nos habla del despojo y la derrota, cuando asumimos que de los 163 predios con 152 mil hectáreas restituidas a las comunidades mapuches durante esos años, el 84% fue devuelto por la dictadura a sus antiguos propieta- rios, resulta un imperativo no sólo histórico sino también ético. De allí que autores como Ximena, Valdés, Francisca Rodríguez, Loreto Rebolledo, Jorge Razeto, Claudio Millacura, Daniel Johnson, Manuel Cana- les, José Bengoa y Octavio Avendaño aborden esta experiencia desde distintas disciplinas y puntos de vista capturando con agudeza algo del espíritu de esos tiempos. Tiempos rebeldes donde lo imposible fue un concepto desterrado del