Casta y sumisión. Chile a 50 años de la Reforma Agraria
130 – Casta y Sumisión expropiación en 1968, y los fundos de la antigua hacienda Salamanca, propiedad del sns, expropiados tempranamente en 1965. El otro caso es el del fundo Ni- lahue Baraona, ubicado en Colchagua, donde la expropiación se produjo luego de enfrentamientos entre partidarios de la Reforma Agraria y los patrones del fundo, el año 1971. La hacienda Illapel La hacienda Illapel puede ser definida como la clásica hacienda heredera de la Colonia 1 , donde el paternalismo de los patrones y la subordinación de los in- quilinos se reproducían intergeneracionalmente, favorecidos por el aislamiento geográfico en que se encontraba y el dominio político e influencia social ejercida por los Irarrázaval, tanto a nivel nacional como en sus tierras y en las zonas aleda- ñas 2 , donde residían exinquilinos de la hacienda que habían adquirido parcelas de la Caja de Colonización y propietarios de fundos pequeños. El poco contacto con el exterior, la presencia vigilante y protectora a la vez de los dueños de la hacienda, evidenciada tanto en aspectos cotidianos, rituales y festivos 3 , dificultó el ingreso de ideas foráneas que propiciaran la organización y reivindicación de derechos de los inquilinos y trabajadores de la hacienda. Ubicada en la hoya del rio Illapel, la hacienda limitaba con Argentina en 1968, y tenía aproximadamente 160.000 hectáreas, mil de ellas con riego, en las cuales existían plantaciones de nogales y de duraznos blanquillos para la produc- ción de huesillos, así como plantaciones de trébol y alfalfa, trigo, maíz y cereales. La ganadería era importante, ya que contaba con 6500 cabezas de ganado vacuno 1 La hacienda Illapel, fruto de una encomienda otorgada en 1648, llegó a manos de la familia Irarrázaval en 1699, a través de matrimonio, y se mantuvo en la familia hasta 1968, en que se produjo la expropiación. 2 El poder político de los Irarrázaval en la región y a nivel nacional se evidencia en la docena de veces en que algún integrante de la familia fue elegido diputado y las tres veces en que otros fue- ron senadores. Según Javier Irarrázaval (en Cousiño y Ovalle, 2013), la gente votaba con la idea del patrón y en la hacienda eran cuatrocientos y tantos votos. En 1930, en el marco de la gran crisis los dueños de la hacienda Illapel, vendieron la parte baja del valle a la Caja de Colonización Agrícola, algunos exinquilinos de la hacienda adquirieron parcelas y siguieron manteniendo rela- ciones cercanas con los dueños de esta. 3 Al interior de la hacienda existían dos iglesias, dos escuelas y un policlínico, así como alrededor de 120 casas sólidas de hormigón, en las que habitaban inquilinos, empleados y sus familias. Existía, además, un cementerio y dos almacenes. Se organizaban rodeos en los que participaban las y los habitantes de la hacienda, y misiones que se aprovechaban para realizar comuniones, matrimonios y misas.
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