Casta y sumisión. Chile a 50 años de la Reforma Agraria
100 – Casta y Sumisión “Buen patrón era el don, buen patrón, nos cuidaba, nos daba consejo, nos decía ‘¡No te metas ahí, niño!’, si era bueno el hombre”. (Exinquilino, La Ligua, 2010) 6 . “Ahora es mucho más fácil, es mucho más fácil la vida, no es tan… con ese sa- crificio, como era antes, pues oiga; pero como le digo, la vida de antes era muy sacrificada, pero al recordarla uno, qué pasó, era bonita, era bonita porque a la cuestión de las trillas, la trilla, se trillaba con bestias, el trigo. Muy sana, sí, muy sana la gente”. (Exinquilino, Marchigüe, 2017) 7 . “El abuelo siempre contaba que se tenían que levantar a veces a las tres de la mañana para llegar a la hora, que incluso se les mataba a los peones y se usaban sus cuerpos como comida para los perros y los chanchos; decía que había viola- ciones de las hijas de trabajadores y muchos maltratos, decía que tenía pacto el hombre”. (Nieta exinquilino, Putaendo, 2008) 8 . La imagen feudal es más que evidente en la medida que se trata de familias que practicaban una economía campesina de subsistencia, en un pequeño terreno que no les pertenecía, debiendo obediencia al señor local, cancelando tributos labora- les abusivos por el solo hecho de existir en ese lugar. Sin posibilidades de migrar, sin otros horizontes que sobrevivir con esa dádiva ínfima que debían no solo agradecer de manera sumisa, sino cumplir labores muy diversas en la gran propiedad en las que les tocó en gracia vivir. La retribución del “obligado”, de alguna manera encu- bre la enorme energía que debían aportar a la existencia misma de la hacienda. Nos aborda la imagen que era justamente el trabajo conjunto aportado por los inqui- linos el soporte mayor de la propia hacienda, y no al revés, como les fue explicado durante generaciones. Resulta imposible comprender la solvencia y fortaleza de la hacienda sin comprender que su base de sustento requería una enorme cantidad de fuerza de trabajo por siglos acumulada y nunca debidamente remunerada: “Esclavizado aquí, esclavizado, esclavizado, sobre todo en estos meses de invier- no, estos meses de invierno, mis hermanos tenían que salir para llegar a estas partes por aquí, porque se trabajaba con puros bueyes, podían haber sus qué se yo, sus 30, 40 yuntas de bueyes, cuando hacían ‘barbecho’ para las cosechas, qué se yo, y tenían que llegar a enyugar los bueyes de donde vivíamos nosotros, que está mucho más abajo”. (Exinquilino, Marchigüe, 2017) 9 . 6 Trabajos grupales de alumnos/as Antropología Rural, Facso, Universidad de Chile, 2010. 7 Registrado en entrevista por trabajo grupal alumnos/as Antropología Rural, Facso, 2017. 8 Registrado en entrevista por trabajo grupal alumnos/as Antropología Rural, Facso, 2008. 9 Registrado en entrevista por trabajo grupal alumnos/as Antropología Rural, Facso, 2017.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=