La ciudad como campo de estudio morfológico: Escenarios latinoamericanos en tiempos de crisis

419 2.3.3. El Pórtico Dorado de la República La consolidación portuaria movilizaría los procesos urbanos de las prime- ras décadas de 1900. Atraídos por las posibilidades económicas, importan- tes olas migrantes llegan a Barranquilla provenientes de regiones vecinas, así como un considerable influjo del Mediterráneo y de medio oriente: la ciudad pasa de 30 mil habitantes en 1907 a 150 mil en 1930, un número que exigiría mejoras en la infraestructura local y la expansión organizada de la ciudad. Ya que los ingresos aduaneros pertenecían al erario nacio- nal, las riendas y destinos de la ciudad reposaban en la clase empresarial barranquillera, y el muestrario ideológico de la sociedad en formación estaría virtualmente adjudicado al despliegue de sus capitales privados 3 . fig16. Interior de la Fábrica de Tejidos Obregón y salida de un Junkers F13 del Hidropuerto de Veranillo (1919). Fuente: Memoria Gráfica de Barranquilla. La incipiente industria finisecular se transformaría en sólidas fábricas me- talmecánicas, astilleros, tabaquerías, jaboneras y aparecían las grandes indus- trias manufactureras con el establecimiento de la fábrica deTejidos Obregón y su planta de energía eléctrica (1910) y la cervecería de Barranquilla (1913). La industria se sumaría al comercio como pilar identitario de la ciudad y sus alegorías serían largamente reproducidas en panfletos y directorios comer- ciales, así como en detalles arquitectónicos en la ciudad como el frontón del Banco Comercial de Barranquilla (1902) o los mosaicos del Banco Dugand (1917). Las pretensiones de la clase empresarial harían de Barranquilla epi- centro de realizaciones y frustraciones de las aventuras modernas del siglo XX, introduciendo en Colombia avances técnicos como la radiodifusión, el cine o la aviación, e ideas tales como el modernismo literario o las vanguar- 3 El único hito arquitectónico nacional en la ciudad era el edificio de la Aduana (1919). dernos de los cobertizos industriales como el hierro y el cemento armado (Caballero, 2000). Una vez consolidado el armazón de la clase empresa- rial predominantemente europea, la estética de la ciudad tendería cada vez más a la vivienda burguesa europea, reemplazando y refaccionando rápidamente los edificios que habían sido levantados escasos años atrás.

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