La ciudad como campo de estudio morfológico: Escenarios latinoamericanos en tiempos de crisis
413 fig7 . Almacenes San José. Fuente: Radio Habana. 2.1.3. La Habana bella Cuba entra al siglo XX como república bajo las condiciones de la enmienda Platt, la cual permite a los Estados Unidos intervenir en asuntos internos cubanos. Tras esa máscara, las políticas cubanas fueron orientadas a intere- ses estadounidenses, lo cual significó otro realineamiento de la oligarquía azucarera y su posterior debilitamiento (Keri, 1984). La Habana sufría no solo mutaciones en el ámbito político sino también geográfico, debido a migraciones masivas que desembocaron en un incremento poblacional ex- ponencial, pasando de 300 mil habitantes en 1907 a casi el doble en 1925. En 1924 comienza la dictadura de Gerardo Machado apoyada por la oligar- quía pro-estadounidense. La Habana asume entonces el rol de palcoscénico donde se despliega el poder del nuevo gobierno a través del movimiento de la “Ciudad Bella”. Para este objetivo, es traído a La Habana el planificador y paisajista parisino Jean Claude Nicolas Forestier, quien, a pesar del momen- to histórico, mantenía mayor afinidad con la línea del barón Haussmann que con el movimiento moderno. Una maniobra política permite legislar el “Plan de embellecimiento y Ampliación de La Habana”, que tiene por objetivo establecer directrices generales para embellecer la ciudad de ma- nera cohesiva y convertir La Habana en un gran jardín a escala urbana, vendiéndola a los turistas estadounidenses como capital tropical del tiempo libre y adosándola al eje Las Vegas-Miami (Keri, 1984). En el plan, gran- des ejes monumentales, nodos, jardines, plazas y paseos ritman la ciudad de forma similar a la París del Segundo Imperio, y la libre circulación de personas, carga y capital es también herramienta para mantener el control cívico (Ponce Herrero, 2007).
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=