La ciudad como campo de estudio morfológico: Escenarios latinoamericanos en tiempos de crisis

407 fig2. Descripciones de Indias. N. de Cardona, 1632. Fuente: Biblioteca Nacional de España. Las experiencias políticas comunes como la trata de esclavos, el patri- monio cultural y estructural de la plantocracia , las variantes del créo- le o los primeros ensayos de Estados-Nación en América permiten car- tografiar un espacio común e identificar continuidades y resonancias transterritoriales (Desse, 2004). Al centro de ese espacio común está el mar, sobre el cual las diferentes entidades políticas modernas sopor- tan el contenido ideológico para construir sus propios relatos internos y reivindicar una soberanía territorial post-colonial 1 (Goebel & Schabio, 2006), y transversal a él se encuentran las ciudades modernas del Caribe. Los intercambios de las Antillas coloniales eran incipientes debido al mercantilismo imperial, y su ente funcional ordenador del territo- rio era la plantación. Los asentamientos urbanos, organizados en tor- no al puerto, eran pequeñas células autónomas sirviendo de puen- te entre las plantaciones y el exterior. Su fragmentación política y física imposibilitaban un verdadero sistema de ciudades (Crusol, 2014). El surgir de los Estados-Nación decimonónicos dinamiza los pequeños centros administrativos de función comercial restringida (G. Caraïbe, 2007; Knight, 2010). El libre comercio configura una circulación de idas y venidas, 1 Etimológicamente <<Antillas>> viene de Ante Illum (Antes del continente) en referencia a su función territorial de avanzada para la conquista continental y sus posteriores rutas co- merciales. Con las emancipaciones del siglo XIX, esta denominación comienza a mutar hacia <<Caribe>>, asociado con caníbal, dando una resignificación al término peyorativo con que se referían a los nativos de la zona.

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