La ciudad como campo de estudio morfológico: Escenarios latinoamericanos en tiempos de crisis
389 como industrias o manufacturas de carácter disperso, caracterizadas por una fragmentación de las actividades en el territorio (Layuno, 2013). Desde una perspectiva histórica, la ciudad industrial recogió los cambios productivos determinados por la Revolución Industrial pero también sus implicancias políticas, económicas y sociales, generalmente en poblaciones creadas, ex novo, para ejecutar procesos productivos con infraestructura de alojamiento para trabajadores y administradores y equipamiento de apoyo al desarrollo de la vida cotidiana, generando una nueva tipología de ciudad, de- finida también como la ciudad burguesa o ciudad moderna. (Romero, 1976) 1. Chile y su proceso de industrialización Entre 1830 y 1930 Chile experimentó una gran expansión económica y territorial, con un crecimiento poblacional que en cien años creció de menos de un millón de habitantes a cuatro. (Pinto, 1959; Pereira,1965) Un elemento clave que permitió la integración del territorio fue el desarro- llo de los transportes y las comunicaciones, la incorporación del ferrocarril, la navegación y una red de conexión terrestre a partir de caminos conectan- do el interior con la costa. Con ello se conformó una infraestructura básica, la que, junto a una política de Estado y el empuje empresarial, favoreció el rápido desarrollo de la producción nacional que se concentrada en la minería, la agricultura y la ganadería, ligada estrechamente a un sistema económico internacional en auge. (Martner, 1914). Es en este período que se consolidan los centros urbanos del país, tanto aquéllos que habían sido fundados tierra adentro por los españoles en un primer proceso de colo- nización territorial, como los asentamientos costeros con menor desarro- llo salvo excepciones dado el saqueo de piratas, común en el siglo previo. Los procesos de industrialización en Chile se iniciaron efectivamente a mediados del siglo XIX y principios del XX, respondiendo a la nece- sidad de extracción de materias primas por parte de capitales extran- jeros de origen europeo, principalmente británico y posteriormente norteamericano, a lo que posteriormente se sumó el interés, de las auto- ridades gubernamentales por el desarrollo de industrias propias en el país. En el caso particular de Chile, a partir del siglo XIX, surgen dos ciclos de fuerte expansión económica claramente delimitados, el primero entre 1830 y 1878 y el segundo entre 1880 y 1930 que incorporaron la indus- trialización, a partir del aprovechamiento de los recursos naturales exis- tentes que en forma previa eran escasamente utilizados y desaprovechados.
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