La ciudad como campo de estudio morfológico: Escenarios latinoamericanos en tiempos de crisis

218 03 La ciudad post-crisis además la creación de un paisaje físico entero con fines de producción, circu- lación, intercambio y consumo, es decir, se produce espacio, lo que transfor- ma las ciudades en mecanismos para la absorción de excedentes de capital, integrándolas en el circuito de acumulación (Lois, Piñeira y Vives, 2016). Un trabajo pionero en América Latina sobre los fondos de inversión in- mobiliaria, verificó su fuerte tendencia concentradora en lo sectorial y te- rritorial, y su sesgo metropolitano y hacia las comunas de mayores ingresos (Daher, 2013). Este autor, analizando el caso chileno, se interesa en la des- igual distribución intra-urbana de las inversiones inmobiliarias, demostran- do que en los espacios urbanos donde residen los sectores de mayor renta y donde el precio por metro cuadrado de suelo es más elevado, es donde los promotores e inversores inmobiliarios perciben la existencia de una mayor demanda solvente, tanto para vivienda como para servicios especializados (oficinas, centros comerciales…), siendo en estos lugares hacia donde se dirige el mayor volumen de las inversiones inmobiliarias. Por el contrario, las áreas de residencia de los sectores más pobres y con menor demanda solvente, reciben menos inversiones inmobiliarias (De Mattos, 2016), for- taleciéndose esta dualidad. En este sentido, como señalan Fuentes, Link y Valenzuela (2017), la liberalización de los mercados urbanos llevó a que el precio del suelo pasara a condicionar el acceso de la población más pobre a la vivienda, dando lugar a una fuerte segregación social. El trabajo de Catt- taneo (2011) también indicaba una fuerte selectividad geográfica en las in- versiones inmobiliarias, no solamente en lo espacial, sino también en el pro- ducto (departamentos o paisajes suburbanos), siendo el resultado un tipo de ciudad financiarizada, expresión del modelo económico imperante y que ge- neraría la mencionada segregación social de los más pobres hacia la periferia La concreción espacial de buena parte de este fenómeno sería un doble proceso de verticalización de los centros urbanos y de paralelo crecimiento “a saltos” en la periferia, asimilable al término de ciudad “com-fusa”, en la cual el funcionamiento de los mercados del suelo produce simultáneamente una estructura urbana compacta y difusa característica de las ciudades de América Latina (Abramo, 2012). Este fenómeno, identificado también por otros autores (Cattaneo, 2011; De Mattos, Fuentes y Link, 2014), estaría impulsado por dos fuerzas de alcance complementario: el impulso neo- liberal a través del empresarialismo urbano, y el fuerte incremento de la movilidad y la conectividad, mediante el uso creciente del automóvil y la revolución de las tecnologías de la información y las comunicaciones. Dicho fenómeno vendría a complejizar un proceso de intenso crecimiento hacia la periferia, que ha sido identificado por varios autores (Hidalgo, Volker y Ramírez, 2014; Azócar, Sanhueza y Henríquez, 2003; Vergara, 2014), que es fuertemente segregador y que resultaría en una privatización del espacio, pero que se desarrollaría en paralelo a una verticalización de los centros,

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