La ciudad como campo de estudio morfológico: Escenarios latinoamericanos en tiempos de crisis
152 02 Espacio público y proyecto urbano en la ciudad contenporánea Introducción La ciudad de Santiago destaca por tener un paisaje y geografía imponente donde resalta la omnipresente y a veces blanca Cordillera de los Andes por el oriente y la acogedora Cordillera de la Costa hacia el poniente. Los ríos Ma- pocho y Maipo cruzan el valle –en donde se encuentra emplazada la ciudad– de oriente a poniente hasta unirse y desembocar en el mar. En este mismo valle se alzan accidentes geomorfológicos que sobresalen por sobre la trama urbana y en los que todavía se pueden encontrar trazos de ecosistemas natu- rales; estos últimos se conocen como "cerros isla". Esta variedad paisajística y geográfica facilita la presencia de una biodiversidad altamente rica y endé- mica, haciendo de esta zona un hotspot de biodiversidad (Myers et al., 2000). Santiago, como ciudad capital de un país centralista y en vía de desarrollo, ha experimentado un crecimiento acelerado y condicionado a la economía no solo local o regional, sino también nacional. Este aspecto económico ha permeado en la planificación urbana de los últimos 40 años, estableciéndose una predominancia del uso del paisaje y geografía como recursos que pue- den generar réditos económicos, disminuyendo así el reconocimiento de sus papeles ecológicos o ambientales y generando un impacto negativo sobre el paisaje; especialmente en términos de su biodiversidad y sus suelos (Mon- toya-Tangarife et al., 2017). Pese a esto, lo que queda del paisaje ofrece aún la oportunidad de redireccionar la planificación territorial para así incorpo- rar más criterios basados en la riqueza geográfica y paisajística, utilizando enfoques asociados a la planificación ecológica o sustentable del territorio. El futuro de la ciudad de Santiago será lo que sus habitantes y, en especial, lo que sus tomadores de decisiones o actores claves decidan.Para esto es impor- tante plantear visiones, criterios generales, y plasmarlos en los instrumentos de planificación existentes. En el pasado han existido instrumentos que han destacado estos aspectos paisajísticos y naturales, estableciendo zonas de protección ecológica en los cordones montañosos circundantes a la ciudad, restringiendo el uso de las cajas de los ríos y reconociendo zonas de riesgos naturales. Sin embargo, las debilidades normativas locales y regionales han favorecido un rápido desarrollo urbano donde los instrumentos asociados a la protección y/o incorporación de elementos naturales en la ciudad han sido insuficientes.Muchos sitios con estos elementos se encuentran en con- diciones de deterioro, e incluso, urbanizados. Tal es el caso de los cerros isla urbanos, que fueron inicialmente declarados como “de utilidad pública” por los instrumentos de planificación –ya sea en su totalidad o parte de ellos–. No obstante ello, el año 2004 se modifica el artículo 59 de la Ley General de Urbanismo y Construcciones (LGUC), con el objeto de establecer la cadu- cidad de declaratoria en los planes reguladores (Ley n°19939 del Ministerio de Vivienda y Urbanismo); esta modificación afectó los cerros isla deján-
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=