Las organizaciones de la sociedad civil y la descentralización en Chile
83 La asociación entre familias vecinas contemplaron una «comarca más o menos específica» que supuso siempre un principio de cooperación so - cietaria evidente, donde muchas veces se generó un problema esencial común buscando así la manera de enfrentar también de un modo co- lectivo dicha necesidad. La comarca se va ampliando en el número de familias que corresponden a la expansión sucesiva de sus proximidades territoriales. Como elemento general estaban las necesidades crecientes de las familias 224 , el acceso (o el desafío de acceso) a una fuente superficial y/o en profundidad que le daba viabilidad «a la empresa» y una forma de organización de la extracción, el procesamiento para su mínima salu- bridad y las bases de un sistema distributivo en ese territorio específico. Por otra parte, los requerimientos productivos y las múltiples necesida- des crecientes de una calidad de vida superior para las familias, fueron señalando demandas sentidas y crecientes de agua, la que, enfrentada a realidades físicas de escasez y gestión, explican la problemática de los nacientes «sistemas familiares compartidos» en un territorio. La familia actual vive definida por la diversidad y también por la cohesión y la solidaridad. El individuo tiene, en mayor me- dida que en el pasado, capacidad de elección en cuanto a sus formas de vida y de convivencia. También han cambiado las relaciones personales que configuran la familia 225 . Estamos haciendo referencia a familias rurales en entornos geográficos y productivos bastante diversos. En zonas predominantemente mineras de pequeña extracción, en zonas rurales donde predominan las formas productivas de la agricultura campesina, en áreas de caletas de pesca- dores en el litoral o en zonas apartadas precordilleranas de actividad ganadera menor. En esas «áreas geográficas» se van desarrollando los sistemas de APR. 224 Importante de destacar es que dichas necesidades caben dentro de las categoría de «necesidades axiológicas y existenciales», siendo las primera vinculadas a la subsistencia y protección y, la segunda categoría, en ser, tener hacer y/o estar. Estas cate- gorías son vitales de considerar para la comprensión de la salud física y mental, sistemas de seguridad, alimentación, trabajo, derechos, cooperación, entre otros. Consultar sobre este tipo de necesidades en: Max-Neef, M., Elizalde, A., y Hopenhayn, M. (1986). IV Bases para una sistematización posible. En Desarrollo a Escala Humana: una opción para el futuro (Cepaur Fundación Dag Hammarskjold ed., pp. 40-49). 225 Jadue, G. (2003). Transformaciones familiares: desafío para la educación del siglo XXI. Revista de Psicología de la PUCP, XXI(2), 271-289.
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