Las organizaciones de la sociedad civil y la descentralización en Chile
68 Organizaciones de la Sociedad Civil, su incidencia en las políticas públicas y en la gestión local una importante red de organizaciones territoriales y temáticas o por actividades, que respondían a las más variadas motivaciones e intereses. El trabajo realizado por la Consejería de Promoción Popular, que aten- día de preferencia a los sectores urbanos, y del INDAP, en los sectores rurales campesinos, posibilitó que entre 1964 y 1969 ambas entidades constituyeron más de 20.000 organizaciones de base: juntas de veci- nos, centros de madres, centros juveniles, centros deportivos, centros de padres y apoderados, y otros— que llegaron a cubrir una población superior a los dos millones de habitantes 183 . Aunque la ley de Juntas de Vecinos fue finalmente aprobada por la una - nimidad del Congreso, y todos los partidos estuvieron de acuerdo en le- gislar sobre las organizaciones de base, hubo importantes discrepancias sobre el modo de articular y gestionar estas organizaciones. Este marco normativo entregaba a las juntas de vecinos importantes funciones y atribuciones (Artículo 23 de la Ley N° 16.880), considerablemente su- periores a las actuales. Durante el gobierno de la Unidad Popular la Promoción Popular fue reemplazada por la Consejería Nacional de Desarrollo Social y el ‘po- blador’ fue considerado como un sujeto revolucionario primordial 184 . Las juntas de vecinos tuvieron mayores espacios de participación en la acción social y política del país, llegando a ser vistas como «instrumen- tos de participación y transformación de la sociedad» 185 ; crean lazos con otras organizaciones como sindicatos, centros de madre, agrupa- ciones de los «sin casa», y se coordinan en federaciones locales, regio- nales y nacionales. Esta participación popular protagónica, ya no es dirigida solamente «desde arriba», como había sido la tónica en la historia del país. Así, por ejemplo, se crean las Juntas de Abastecimiento y Precios (JAP), 183 Molina Silva, S. (1972). El proceso de cambio en Chile: la experiencia 1965- 1970. NU. CEPAL | ILPES. 184 Giacaman, D., y Montalva, E. F. (2018). 50 años de una ley que cambió la historia de Chile -. Escuela de Líderes de Ciudad-ELCI. Consultado el 25 de Noviembre de 2023. Obtenido en: https://elci.sitiosur.cl/50-anos-de-una-ley-que-cambio-la-historia-de- chile/ 185 Arnold Cathalifauld, M. (2002). Modelos Culturales en Organizaciones So- ciales Participacionales. La Cultura Organizacional Comunitaria (Colección de Ciencias Sociales, Universidad de Chile ed.). Bravo y Allende Editores. habitacional, proliferando las «poblaciones callampa» 180 , llamadas así por su aparición súbita y su carácter de supuesta temporalidad, dado que sus habitantes las consideraban una fase de tránsito hacia una vivienda definitiva, lo que en la mayoría de los casos, no ocurrió y terminaron radicándose en esos lugares. «Las callampas eran una es- pecie de sala de espera para miles de chilenos que buscaban cumplir con el sueño de tener una casa propia» 181 . Es en este contexto que se da la aparición de organizaciones que demandaban una vivienda digna, y protestaban por el abuso en el precio de los arriendos y de las condiciones de las viviendas a las que accedían, caracterizadas por la mala calidad de la edificación, la falta de servicios básicos y el hacinamiento. Al momento de asumir el presidente Frei Montalva, el 4 de noviembre de 1964, existían en el país alrededor de mil juntas de vecinos. Esta pri- mera legislación sobre organizaciones comunitarias, como es la Ley N° 16.880, tenía por objeto incorporar plenamente a la vida institucional del país a estas organizaciones espontáneas, denominadas Organiza- ciones Comunitarias, buscando fomentar, a través de estos organismos, el desarrollo pleno e integral de las comunidades agrupadas en torno a las Juntas de Vecinos, dotándolas de los medios legales y económicos adecuados para cumplir dicho fin. Esta ley, que permitió reglamentar la existencia de las mencionadas juntas de vecinos y demás organizaciones comunitarias, tuvo una larga tramitación en el congreso, siendo finalmente publicada como ley de la República el 7 de agosto de 1968 182 . Simultáneamente a la tramitación legislativa del proyecto, se conti- nuaba promoviendo la constitución de juntas de vecinos –que seguían siendo informales- y de otras entidades que expresaban intereses vincu- lados al mundo de los pobladores y de los vecinos. Así se fue generando 180 Gárces, M. (2002). Tomando su sitio. El movimiento de pobladores de Santiago 1957-1970. LOM Ediciones. En este trabajo el autor señala que las poblaciones callampa «Surgían como hongos, de la noche a la mañana, allí donde se pudiera, es decir en sitios de escaso valor, fiscales o abandonados: en las riberas de los ríos, canales con aguas contaminadas, zanjones, basurales, faldas de los cerros, sitios eriazos». 181 Mancilla, A. (2017). Las poblaciones callampa como expresión del derecho de necesidad. Revista de Ciencia Política, 37(3), 755-765. 182 Idem.
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