Las organizaciones de la sociedad civil y la descentralización en Chile

28 El rol de las Organizaciones de la Sociedad Civil: Una mirada desde la experiencia chilena Una experiencia interesante en la línea de lo planteado, son la asigna- ción por parte de los gobiernos regionales de una proporción del Fondo Regional de Iniciativa Local (FRIL) 67 , a inversión local que tenga su origen en ejercicios de participación ciudadana. Ya son varios los casos de gobiernos regionales que han adecuado sus reglamentos FRIL para impulsar esta asignación hacia proyectos participativos. Esta incorporación de la participación ciudadana como requisito en la definición y priorización de los recursos locales financiados con fuentes externas puede también hacerse extensiva al Fondo Nacional de Desa- rrollo Regional (FNDR), y a un sinnúmero de programas de carácter social y territorial, así como de fomento productivo. (FOSIS, INDAP, CORFO, SERCOTEC, MINVU, MTT, etcétera). Indudablemente, la incorporación de la voz ciudadana en la definición y/o priorización de las iniciativas financiadas con recursos públicos, no solo aumenta la pertinencia de la provisión de bienes y servicios públicos, sino que también fortalece la democracia, y aumenta la credibilidad sobre los organismos del Estado. 67 El Fondo Regional de Iniciativa Local (FRIL tiene por objeto financiar pro- yectos de infraestructura menor, que permitan mejorar la calidad de vida de la población de las comunas. Están sujetos a las reglamentaciones de cada gobierno regional y, en su mayoría, están exentos del requisito de contar con informe favorable del Ministerio de Desarrollo Social y Familia. Todavía quedan varios desafíos para que este mecanismo alcance un nivel de incidencia mayor, entre ellos podemos encontrar la necesidad de reforzar las fuentes presupuestarias municipales, mejorar la tasa de participación ciudadana, estimular la participación activa de grupos tradicionalmente marginados, e integrar tecnologías digitales de forma tal que no representen una brecha de participación de los grupos so- cioeconómicos más bajos y áreas rurales. Para avanzar en la implementación de metodologías participativas vin- culantes, es imperante desarrollar programas de educación y capacita- ción que instruyan a la ciudadanía en su rol y cómo ejercer su derecho. Sobre todo, en los tiempos actuales y venideros, el rol de la tecnología en dichos procesos será clave a la hora de determinar la participación efectiva, por lo que se requiere incluir el uso de plataformas en línea para compartir información, recoger propuestas y permitir la votación electrónica. Reconociendo que aún existe una brecha importante para acceder a nuevas tecnologías, «existe la alternativa de habilitación de locales de votación -por ejemplo, escuelas, juntas de vecinos, etcétera - que cuenten con computadores y acceso a internet mediante los cuales emitir el voto» 66 . A su vez, debe definirse un marco legal que regule una implementación coherente y efectiva en todas municipalidades, además de establecerse los mecanismos de transparencia y rendición de cuentas los cuales de- ben estar integrados en todos los aspectos del proceso de presupuesto participativo. Y para ello sin duda debe, primero que nada, garantizar- se los recursos necesarios para ejecutar el procedimiento. Es absolutamente posible, y necesario, adecuar las reglamentaciones de las fuentes de inversión externas, estableciendo que un porcentaje de las iniciativas que postulen las municipalidades provengan de un ejerci- cio participativo en donde los ciudadanos, organizados funcionalmente y/o territorialmente, así como otras entidades de la sociedad civil, de- fina y priorice las iniciativas. Incluso es posible establecer en las glosas de estos programas de inversión este requerimiento, de modo que se focalicen los recursos en sintonía con las prioridades ciudadanas y de sus organizaciones. 66 Correa, F. (2021). Recomendaciones para ejercicios de Presupuestos Participativos Regionales en Chile. Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).