Las organizaciones de la sociedad civil y la descentralización en Chile

21 mités, que contribuyeron a soluciones colectivas de vivienda pública en muchos sectores del país. En la actualidad, ese desafío se ve reflejado en el programa extraor - dinario de emergencia habitacional presentado en el actual gobierno, lo que permite observar y proponer las mejoras de vínculo asociativo entre las organizaciones sociales, las agencias responsables del Estado, las empresas constructoras y desarrolladores urbanos. En la lucha por la vivienda, ha proliferado el fenómeno socioeconó- mico de las tomas de terreno o, como legal y penalmente se diría, la ocupación ilegal de terrenos como forma de usurpación, mecanismos que han constituido buena parte del «método de lucha social» por parte de una población carenciada y limitada al acceso a la vivienda digna. Fenómeno alimentado a su vez por fuertes procesos migratorios cam- po-ciudad 42 . Con la creación del MINVU en los años 60, se da un paso fundamental en la estructuración de políticas públicas activas en esta materia. La Corporación de la Vivienda (CORVI), la CORHABIT (Corporación de Servicios Habitacionales) y la CORMU (Corporación de Mejora- miento Urbano) constituyeron las bases institucionales fundamentales para el acceso a la vivienda social, lo que hasta el año 1973 adqui- rió la forma de una acción predominantemente pública en su diseño, financiamiento y hasta su materialización; ello especialmente hacia los sectores sociales más carenciados y vulnerados. Excepcionalmen- te, el acceso a la vivienda propia de sectores medios y/o asalariados, fue adquiriendo la forma de «corporaciones de ahorro y de acceso al crédito», entidades especializadas que trabajaban con ciertos ámbitos de la acción pública y las organizaciones laborales principalmente de empleados públicos. Parte importante de esa trayectoria histórica del acceso a la vivienda social fue mostrando avances significativos en la vida nacional (sobre todo post MINVU), pero debemos reconocer que se trataba de políticas 42 Garcés, M. (2022). Tomando su sitio: El movimiento de pobladores de Santiago 1957-1970. LOM Ediciones.. En este trabajo el autor señala que las poblaciones callampa «Surgían como hongos, de la noche a la mañana, allí donde se pudiera, es decir en sitios de escaso valor, fiscales o abandonados: en las riberas de los ríos, canales con aguas contaminadas, zanjones, basurales, faldas de los cerros, sitios eriazos». que se fue reproduciendo en ciudades de rango medio-mayor como las conurbaciones de Concepción, Antofagasta, Temuco y Puerto Montt. El conjunto de ciudades chilenas fue acumulando un déficit estructural que para el año 1982 se proyectaba en cerca del millón de viviendas 39 . La respuesta de movimientos populares, en específico por la demanda de una vivienda digna, en la última década han tenido diversas mani- festaciones desde la ocupación masiva en terrenos de Peñalolén Alto (2006); ocupación de familias damnificadas por el terremoto del 2010 en inmuebles estables en barrio Matta en Santiago Centro (2012); el acampe más largo en las riberas del río Mapocho llegando a los 74 días por la Federación Nacional de Pobladores (2014) 40 entre otros casos connotados. En el complejo desafío de la política pública habitacional, se estableció un sistema de postulación para las familias, el que reconoce mediante «puntaje objetivo» la caracterización socioeconómica de la familia de- mandante, el monto de ahorro comprometido y el tipo de programa habitacional específico que define el MINVU 41 . En ese esfuerzo han desempeñado un rol clave los comités pro-vivienda, lo que fue reco- nociéndose como «postulación global y agregada», y en donde se fue asignando puntajes especiales a los grupos demandantes, a la situación de las mujeres Jefas de Hogar y los casos especiales de personas de ter- cera edad en situación social crítica (con soluciones de arrendamiento público). También se fueron acogiendo los problemas de campamentos o tomas de larga data, donde se buscaron formas de regulación acordes con los sistemas de postulación generales establecidos por la cartera ministerial respectiva. El rol del comité pro-vivienda es clave. Allí hay una fórmula asociativa que genera conducción responsable y la existencia de una contraparte social relevante y eficaz en su relación con el municipio y/o el MINVU. Se constatan ejemplos de estas luchas sociales, conducidas por los co- 39 MacDonald, J. (1994). ¿Cuántas casas faltan? El déficit a nivel nacional y regional, Documento de Trabajo 16/94 CPU. 40 Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales UC. (s.f.). La respuesta de los movimientos populares. Autogestión y Cooperativas de Vivienda. Obtenido en: https://estu- diosurbanos.uc.cl/guia-temas/la-respuesta-de-los-movimientos-populares/ 41 En la actualidad, estos son los beneficios a la vivienda que ofrece el Minis- terio de Vivienda y Urbanismo. (s.f.). Beneficios Vivienda . MINVU-Vivienda. Obtenido en: https://www.minvu.gob.cl/beneficios/vivienda/

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