Las organizaciones de la sociedad civil y la descentralización en Chile

140 Reflexiones finales 5. El deber de los Gobiernos Regionales en reconocer y accionar conjuntamente con las OSC en el territorio Aunque parezca que es a nivel municipal que las agrupaciones de la sociedad civil se organizan y activan, los gobiernos regionales debieran desempeñar roles más activos donde sea la instancia regional la que organice y anime «encuentros participativos» de las organizaciones de la sociedad civil, ya sea en cuestiones generales o temáticas específicas, generando condiciones de diálogo eficiente y transmisión de experien - cias exitosas. Se puede tratar de encuentros a escala comunal, intercomunal, pro- vincial o regional. Eventos en los que se puedan plantear demandas específicas a las autoridades a cargo de determinadas políticas públicas, destacar experiencias notables para su replicabilidad y difundir esos ejemplos en los que el «actor ciudadano» ha jugado roles vitales. Lo anterior supone que frecuentemente los gobiernos regionales con los municipios desarrollen programas de acción conjuntos y potencien su fuerza institucional. También se trata que las organizaciones sociales capten la urgencia de acciones de mayor cobertura y calidad y se con- viertan en actores indispensables de las mejoras de las políticas públicas. Las mejoras en cobertura y en calidad de los servicios esenciales están en el fin transformador de las políticas públicas y el protagonismo social planteado contribuirá a ello. Así recogemos experiencias notables de las instancias que luchan por la vivienda y su hábitat y se plantea la renovación urbana y barrial en muchas poblaciones de larga data en variados programas. Siendo estas localidades, otrora marginales y hoy «bien ubicadas», donde se ha creado una cultura eficaz de barrio y se enfrentan estos esfuerzos de renovación con gran protagonismo social. Otro tanto ocurre con la Atención Primaria de Salud en Postas y Con- sultorios. Históricamente se han ido gestando formas de participación en las que las comunidades se encuentran representadas y hasta coad- yuvan en tareas menores complementarias y en labores fundamental- mente preventivas. Muchos de los éxitos claves en acciones de vacuna- ción son el resultado también de las entidades vecinales, especialmente sus juntas de vecinos y últimamente de los centros de Adulto Mayor, constituidos en torno a una población sanitaria de riesgo creciente. La participación comunitaria educacional y sanitaria ha tenido muchos logros en distintas experiencias latinoamericanas y también en el caso chileno, sin embargo, a lo largo del tiempo muchas de esas organiza- ciones han perdido vigencia o tienen un desarrollo muy precario. Los problemas que enfrenta la educación, más allá de que se avance en la desmunicipalización y otros cambios institucionales, es hoy en día la deserción escolar, la cual se ha convertido en una cuestión clave que acentúa la desigualdad social y «condena» a muchas familias a perma- necer fuera de los beneficios educacionales formativos más importan - tes. Agreguemos que la escuela es también centro de alimentación y de socialización comunitaria. La lucha contra el flagelo de la deserción escolar debiera motivar acciones de política pública precisas y un rol decisivo de la propia comunidad organizada. Ya sea que se cancelen «bonos por escolaridad registrada» y otros incentivos, es fundamental que las familias construyan identidades propias que luchen por un ser- vicio escolar de calidad. Otro tanto ocurre con la salud, como servicio de cobertura y calidad precaria para la gran mayoría de familias. Nuevamente, consideran- do las acciones de ampliación de cobertura de las políticas públicas, se requiere un «actor ciudadano» permanente, que esté estimulando, fiscalizando y ayudando en las prestaciones. Varias de las iniciativas más destacables en el ámbito educacional y sanitario, contemplan a las organizaciones sociales, ya sea vecinales o entidades ad-hoc, como mo- dalidad esencial para llevar a cabo de modo factible y eficaz las iniciati - vas innovadoras en estos ámbitos. Allí hay un desafío renovado para el actor social que estamos reivindicando.