Umbrales del Arte. Creación y Estímulo

Umbrales del Arte. Creación y Estímulo 95 en un océano de experiencias de sonidos y de belleza. Este viajar juntos, nos hace anudar amistades indisolubles, por lo menos, mientras vamos juntos en el viaje. Y luego, al encontrarnos en otras circunstancias y épocas, nos reconocemos como compañeros de un maravilloso viaje. Si uno tiene la suerte de conocer personalmente al compositor que vas a interpretar, es doblemente enriquecedor, pues él te podrá explicar qué es lo que quiere decir y cómo quiere que tú lo digas. Por mi larga experiencia en música contemporánea, tuve la suerte de estudiar e interpretar muchísimas obras con el compositor presente, y su emoción al escuchar lo que imaginó en su cabeza, es algo impresionante. La experiencia de entrar a un escenario donde ya está apostada la orquesta, donde toda la atención de los músicos está concentrada en su parte, que es parte de un todo, y una corno solista debe estar sola frente al público, con la orquesta detrás, en contacto con el director, que es el que te va a guiar pero también te va a seguir, pues una interpretación solística siempre es personal, nunca igual y debe dejar cierta libertad, dentro del estilo, para que el intérprete entregue su personal visión de la música. En la música de cámara, al ser pocos músicos, sin dirección, cada uno debe estar pendiente del otro, escuchar su parte, responder sus frases, respirar juntos, es decir, formar un solo organismo. En la ópera, es una experiencia bastante aterradora, pues estás sola en el escenario, con el aditamento de que debes actuar, moverte, interactuar con otros, sin ver a la orquesta, normalmente vestida en forma incómoda, pero lo fascinante es que uno está representando a otro personaje que no eres tú, lo que permite una enorme libertad para desdoblarse en otra personalidad... En mi experiencia, al haber tenido tanta suerte de poder acceder a la belleza de la música, la vida se me ha enriquecido, se me han hecho más livianos los dolores, los esfuerzos casi no se han sentido, he podido trabajar en lo que más amo, es decir, no puedo más que dar gracias a Dios que me ha permitido vislumbrar un destello de la Bondad y la Belleza.