Umbrales del Arte. Creación y Estímulo

Amanda Fuller 82 casa esquina de adobes de la calle Tacna con Loncomilla. En medio de todo este trajín, "Black" un cachorro, quiltro de color negro azabache, adoptado por mis tías, que acompañó mis paseos campestres durante más de quince años, comenzó a ladrar, a mordisquear mis talones y a tironear mis calcetines blancos. Mi mamá, en medio de todo este alboroto, soltó mi mano abandonándome a mi precario equilibrio y a los chistosos jugueteos del perrito. Con un impulso y entre gritos de sorpresa, me lancé en un tambaleante caminar por el largo pasillo y sin saber cómo, bajé los escalones del corredor, continuando mi viaje entre rosas, crisantemos y camelias hasta encontrarme con una reja de madera que separaba el jardín de la quinta de paltos y árboles frutales, me detuve perpleja. Los rayos de sol se filtraban a través de enredaderas de miles de tonos verdes, de flores multicolores que tejidas entre palos de madera cedían a una explosión de juegos de luz y sombras, energías en movimientos, sonidos, olores, sabores, belleza, armonía y amor infinito. Perpleja, extendí mis brazos y abracé ese el instante de deslumbramiento que la naturaleza me regalaba. Durante mi niñez y mi juventud continué mi relación con la naturaleza pasando veranos y vacaciones de invierno en el campo y algunas en el desierto deAtacama, mi padre trabajó en una de las últimas oficinas salitreras que hubo en Chile, paisajes opuestos de exuberancia y aridez que conmovieron mis sentidos, incentivando mi imaginario, atrapando mis memorias ancestrales y despertando sensaciones y emociones que más adelante se expresarían en mis creaciones danzarías interpretativas y coreográficas. Mi vida en la danza no fue fácil, mis condiciones físicas no eran las ideales, sin embargo, mi necesidad de dialogar desde el cuerpo me daba el impulso para transformar esa carencia estimulando y proyectando mi ser interior y aceptando mis limitaciones como una característica de mí ser único. El entrenamiento de la danza, meditación en movimiento, mi cuerpo en plena libertad, sinpresente, pasado, ni futuro, enun "aquí y ahora", dabanpaso a percepciones, sensaciones, emociones sorprendentes queme transportaban