Umbrales del Arte. Creación y Estímulo

Umbrales del Arte. Creación y Estímulo 109 Cuando estoy en mis dedicaciones profesionales, me pregunto a menudo, ¿cómo puedo escribir esto que estoy viviendo aquí y ahora? ¿Cuál sería la mejor forma para darle un registro de existencia a lo que ocurre? El lenguaje poético me ayuda en esta tarea. El mundo de lo poético y el mundo médico se encuentran a menudo. Ocupamos imágenes para explicar síntomas (siento un caballo que cabalga en mi pecho por ejemplo para referirnos a una arritmia o “es como si un elefante se hubiera sentado en mi tórax” para describir el dolor precordial de un infarto). Es un dolor como si fuera de hambre, en el dolor provocado por la úlcera gástrica. A menudo también se emplean imágenes alusivas a la guerra para hablar del sistema inmune (las bacterias atacan y el cuerpo se defiende). En las explicaciones las arterias se transforman en cañerías o en mangueras, el cerebro en una computadora, el corazón en una bomba y así. Una persona con pensamientos intrusivos puede decir que “me atacan los pensamientos” o decir que los pensamientos dan vueltas en banda como las que da un disco rayado. Los que tienen fenómenos de difusión del pensamiento podrían decir que “me roban los pensamientos”. También la forma de explicar cómo funcionan los fármacos se hace con imágenes, y para qué hablar cuando se trata de dar a entender nuestras emociones. Lo poético y la poesía permiten resignificar, mirar a las palabras alejadas de su original sentido, como piezas anatómicas, u objetos de museo. Nos permiten cuestionarnos sobre como hablamos, qué puede haber detrás de una queja, que muchas veces se confunde si va dirigida al pasado, al presente o al futuro. Las palabras sin duda nos ayudaron a volver a unir la vida de nuestros pacientes con las de sus grupos de origen y a su sentido en el mundo. La poesía nos ayuda a poder entender lo que ocurre en nuestro quehacer.

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=