Situando territorios desde la interseccionalidad: terminos clave desde el sur

69 La etnografía es un recurso que nos permite entender un fenómeno. La etnografía textil nace de la necesidad empírica de comprender la continuidad que existe entre las materialidades textiles y los cuerpos que hacen lo textil. Con esto, la práctica textil permite también aproximarse a la comprensión de cómo los cuerpos se sienten y vinculan entre sí inmersos en ella. El conocimiento etnográfico es así más que escuchar y observar; tocar y sentir también permiten acceder al conocimiento (Pérez-Bustos et al., 2016). La etnografía textil permite introducirnos en la manera en que las realidades que estudiamos afectan las metodologías que utilizamos. Del mismomodo, el cuerpode quien investiga se dispone a una escucha diferente al estar inmerso en un quehacer textil. Aprender a bordar para investigar los bordados, por ejemplo, provoca que quien investiga se vea invitada a comprender junto a las personas bordadoras. Es una exigencia político-epistémica para pensar bordando. De esta manera, el bordado pasa a ser un artefacto capaz de superar las limitaciones que puedan tener las palabras al momento de iniciar una investigación, un artefacto con el que se elaboran nuevas preguntas etnográficas, incluso cuando hay dimensiones corporales, cognitivas y afectivas del hacer que no pasan por las palabras. Pensar en el bordado como un mecanismo para indagar corporalmente sobre un tema implica dimensionar lo que se requiere para llevarlo a cabo. Las personas participantes de la investigación se vuelven etnógrafas, abiertas a explorar sus propias preguntas a través del bordado. Una posibilidad es invitarlas a utilizar telas personales que signifiquen una extensión de sus cuerpos, que les permitan pensar a través de ellas como una forma de explorar sus propias afectaciones corporales. En este sentido, es inseparable pensar estas metodologías como un proceso cuidadoso donde quienes participen se sientan acogidas, 3. Etnografía textil Fomas de hacer