Situando territorios desde la interseccionalidad: terminos clave desde el sur

43 y sociales, los que se encuentran inherentemente vinculadas al habitar individual. Pese a que algunos se mueven solos aparentemente de manera independiente, muchas de estas movilidades se realizan en relación con otros, a veces físicamente juntos, otras de formas que la movilidad o inmovilidad de uno permite la de otro. Al intentar comprender el habitar de una persona resulta casi imposible separarla del habitar cotidiano y las movilidades de otros miembros del hogar o de sus redes sociales, ya que siempre se entrecruzan. En este sentido, las decisiones de habitar y movilidad casi nunca son individuales; están imbricadas, más bien, en una serie de decisiones y negociaciones previas que suceden mucho antes de salir del hogar. En consecuencia, para estudios de habitar y movilidad resulta más pertinente hablar de interdependencia que de in/dependencia (O’Brien, Jones, Sloan y Rustin, 2000). Aúncuando la relación seabidireccional omultidireccional, las redes de interdependencia generan relaciones asimétricas en la distribución de responsabilidades. Por ejemplo, los roles de género de las mujeres como principales cuidadoras inciden en el habitar móvil, pues en sus movimientos diarios tienen que resolver tareas productivas y reproductivas, así como ocasionales roles comunitarios. En este caso, la mirada interseccional a la movilidad cotidiana, nos permite observar que las desigualdades en el habitar suceden día a día, y se ven reflejadas en el territorio mientras se cuida. Pero no todas las mujeres habitan estas desigualdades de igual manera, ya que las diversas responsabilidades de planificación, organización, coordinación y negociación de los cuidados varía según ciclo de vida, género, situación migrante (con o sin apoyo), entre otros. En este sentido, la interseccionalidad no es algo estático en la experiencia de habitar. Al ser territorializada, nos damos cuenta que vivimos vidas interseccionales, que van cambiando tanto a lo largo del día como de la vida. Interseccionalidad, cuerpo y territorio