Agresiones sexuales: reflexiones acerca de las intervenciones psicológicas [Volumen VII]

98 Agresiones Sexuales. Volumen VII . Elías Escaff Silva, María Isabel Salinas Chaud, Paula Flores Zúñiga y Carolina de la Fons Díaz En este sentido, las relaciones abusivas entre hermanos pue- den ser un esfuerzo para compensar la privación emocional en un entorno familiar conflictivo, y para aumentar los lazos emo- cionales dentro de la familia con el fin de reducir el riesgo de desintegración, así como también puede ser una forma de retri- bución, una forma de devolver otros abusos en una cultura familiar violenta (Ballantine, 2011). Finalmente, en torno a la reacción de la familia, Ammerman y Hersen (1991, como se citó en Kiselica y Morrill–Richards, 2007) mencionan que algunas familias pueden intentar abordar el abu- so sexual sin buscar ayuda fuera de la familia, sin psicoeducación, apoyo ni orientación para todos los miembros de la familia, lo cual resultaría problemático, ya que es muy poco probable que la agresión sexual se detenga. Develación La develación de una agresión sexual por parte de un her- mano, en general, es escasa. Gran parte de ellas nunca llegan a la atención de la policía o agencias de servicios sociales. Muchas víctimas no revelan su abuso por miedo a la venganza, castigo, vergüenza, culpa o temor a que no les crean (Collin–Vézina et al., 2014; Finkelhor, 1980, como se citó en Krienert y Walsh, 2011), por lo que solo se da a conocer en el 12% de los casos, y en el 75% de ellos, se da a conocer primero a la familia (Carlson et al., 2006). En el estudio retrospectivo realizado por Carlson et al. (2006), se observó que en muchos casos de la muestra, la entrevis- ta realizada en dicho estudio fue la primera vez en que las víctimas hablaron sobre los abusos, lo que puede reflejar la confusión o el estigma percibido respecto a esa experiencia. Ofensor Respecto a la figura del ofensor, cuando en los estudios se han comparado grupos de ofensores de hermanos y ofensores cu- yas víctimas no son hermanos, se ha visto que los ofensores de her- manos reportan más historias de abuso sexual durante la infancia, mayor probabilidad de ser víctimas de violencia psicológica, así