Agresiones sexuales: reflexiones acerca de las intervenciones psicológicas [Volumen VII]

43 Consecuencias Emocionales de la Victimización Secundaria en Denuncias por Agresión Sexual María Astorga Pérez y Alejandra Cholnigs Salinas testigos de los hechos ocurridos y en que los exámenes sexológi- cos no evidencian pruebas concluyentes, los niños deben declarar en variadas ocasiones frente a distintos organismos, extendiéndo- se el proceso de investigación, lo que produciría “la noción del niño víctima como un medio probatorio del delito, descuidando las necesidades de la víctima en su condición de niño” (Miranda, 2012, como se citó en Guerra y Bravo, 2014, p. 73). Esto ocurri- ría de manera similar con las víctimas adultas, constituyéndose el relato de la víctima en el método de prueba fundamental junto con las evaluaciones que puedan efectuarse a partir de este, sin reparar en el daño que esto pudiere ocasionar en ella; es decir, pasando a segundo plano su bienestar integral y configurándose como objetivo principal el recopilar la mayor cantidad de antece- dentes, lo que es un factor de gran incidencia para la victimiza- ción secundaria. Junto con cosificar a la víctima como método de prueba para lograr los fines, los autores González, Muñoz, Sotoca y Manzanero (2013) proponen que el daño principalmente estaría asociado a una sobreexposición de esta, quien en el proceso de evaluación y judicialización del caso, debe revivir continuamente las emocio- nes negativas asociadas al contexto del delito, es decir, a la viven- cia traumática. Otra forma de generar victimización secundaria corresponde a lo que afirma del Corral (s.f.), quien señala que la victimización secundaria derivaría de la relación que se establece entre la víctima y el sistema judicial luego de ocurrido el hecho violento. En este sentido, serían aquellas agresiones psíquicas que provocan, no de- liberadamente, los profesionales de aquellos servicios con los que la víctima tiene contacto desde el momento en que realiza la de- nuncia. En este sentido, Burbano y Calderón (2013) plantean que en los casos de agresiones sexuales infantiles, una de las razones por las que el sistema judicial produce la victimización secundaria es que los funcionarios que tienen contacto con la víctima ven el proceso desde una concepción adulto céntrico, lo que los hace ol- vidar de que quien está enfrente es un infante que ha sufrido una vulneración de sus derechos. Por otro lado, según Guerra y Bravo (2014) el sistema de creencias de los profesionales intervinientes

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