Agresiones sexuales: reflexiones acerca de las intervenciones psicológicas [Volumen VII]

252 Agresiones Sexuales. Volumen VII . Elías Escaff Silva, María Isabel Salinas Chaud, Paula Flores Zúñiga y Carolina de la Fons Díaz que tenga la persona y de lo que a esta le transmita la música (Hemsy de Gainza, 1997, como se citó en Del Campo, 2013). La música cuenta con propiedades únicas para conmover, desde lo emocional a lo corporal; por lo que para conocer el interior de los sujetos y de los demás, en el proceso de comunicación y en la apreciación del mundo, la música juega un papel importante al ubicarse entre las relaciones humanas, potenciado la extroversión y el cambio en la autopercepción (Del Campo, 2013; Méndez, 2016). La música, también denominada como el idioma de las emo- ciones, proporciona un vehículo de expresión a las ideas y emo- ciones que no son posibles de expresar de otro modo, en casos de dolor y pérdida, por ejemplo, donde se vuelve más dificultoso en- contrar palabras que representen las emociones. La música es una forma de comunicación no verbal que logra transmitir mensajes emocionales, influir y/o reflejar el estado de humor de quien la escucha, pudiendo aumentar o modificar la significación que se tiene de alguna situación vivida. Por tanto, la música es un medio para generar una situación comunicativa, teniendo infinitas for- mas de representación (Del Campo, 2013). No es recomendable sugerir un tipo de música concreta y común, pues para cada persona, según su edad, momento social y cultural, tendrá significado un tipo de música específico que se asocia principalmente a su propia historia musical (Puig y Lluch, 2012). Ya que los sentimientos que experimenta un sujeto, serán agradables si la música se encuentra a un nivel adecuado de com- plejidad o familiaridad. Por el contrario, si la música es demasia- do compleja o poco familiar, produciría en el oyente confusión e incomodidad. Y si la música es demasiado simple o ya se ha oído muchas veces, puede generar aburrimiento e insatisfacción (Del Campo, 2013), por lo tanto, los beneficios en la expresión corpo- ral, creatividad y libertad que otorga la música, se verán maximi- zados, si los acordes van en línea con las necesidades musicales de la persona (Ortuño, 2016). La música, además, tiene un contenido simbólico, el cual ac- túa de acuerdo con el contexto cultural. Así es como en la cultura occidental se asocia la música de tono mayor con sentimientos

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