Agresiones sexuales: reflexiones acerca de las intervenciones psicológicas [Volumen VII]

202 Agresiones Sexuales. Volumen VII . Elías Escaff Silva, María Isabel Salinas Chaud, Paula Flores Zúñiga y Carolina de la Fons Díaz nuevamente el control de sus vidas; este se configuraría como el principal objetivo de este tipo de intervenciones (Romero, 2010). Por otra parte, Martin et al. (2007), plantean la terapia de procesamiento cognitivo, que consiste principalmente en abordar el conflicto de las víctimas contradiciendo sus actuales esquemas cognitivos con la nueva información incorporada. Esta terapia identifica y desafía las creencias desadaptativas que las víctimas poseen, teniendo como principales temáticas la seguridad, la con- fianza, la estima y la intimidad. Esta forma de intervención, de alguna forma, reúne lo que muchos autores han relatado respecto de la violencia hacia la mujer en contexto de pareja, intentando intervenir todas las aristas que esta problemática abarca. Impacto Asociado al Trabajo Terapéutico Realizado con Mujeres Víctimas de Violencia Sexual en Contexto de Pareja Consecuencias Psicosociales en las Víctimas Muchos estudios han determinado que la violencia de pareja tiene grandes consecuencias en la salud de las mujeres, a nivel fí- sico y mental (Lila, 2010). La violencia que ocurre en el seno de la familia es la principal causa de muerte e invalidez de las mujeres entre 16 y 44 años. En relación con las consecuencias físicas más relevantes en las mujeres que sufren violencia sexual en contexto de pareja, se des- tacan los problemas crónicos de salud, entre ellos los problemas ginecológicos (Lila, 2010). Además, se han informado dolores de cabeza, de abdomen y estómago, y otros crónicos, hipertensión (Bair–Merritt et al., 2014), falta de energía, inapetencia y facili- dad para llorar (Mertin et al., 2014). En relación a las consecuencias psicológicas más frecuentes, se ha destacado la depresión, los trastornos de estrés postraumá- tico, baja autoestima, sentimientos de indefensión, ansiedad e insomnio, así como preocupación constante por las cosas (Mertin et al., 2014). Adicionalmente, se ha evidenciado que las mujeres víctimas de violencia por parte de pareja serían más proclives al abuso de alcohol u otras sustancias (Lila, 2010).

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=