Agresiones sexuales: reflexiones acerca de las intervenciones psicológicas [Volumen VII]
174 Agresiones Sexuales. Volumen VII . Elías Escaff Silva, María Isabel Salinas Chaud, Paula Flores Zúñiga y Carolina de la Fons Díaz generándose posteriormente el cambio y/o modificación en su relato. Rivera y Salvatierra (2002) señalan que: Para que exista retractación inicialmente el menor debe ha- ber entregado un testimonio en que señale haber sufrido una agresión sexual—lo cual efectivamente sucedió—y durante el transcurso del proceso negar su ocurrencia modificando de esta manera su relato original. (p. 3) Esta definición es concordante con lo señalado por PDI (2011) y Duque (2008), quienes estipulan una relación directa entre ambos procesos, siendo la develación una condición previa y un hito para el proceso de retractación. Cabe señalar que la retractación se posiciona como una for- ma de hacer frente a las consecuencias acaecidas por la devela- ción, de forma que el NNA logre adaptarse a estas (PDI, 2011). La develación adquiere relevancia como una condición pre- via a la emergencia de un proceso de retractación, siendo enten- dido como “el proceso por el cual el abuso sexual es conocido por personas ajenas a la situación abusiva (persona distinta del agre- sor y la víctima) siendo la primera instancia en que esta situación es ‘descubierta’ o divulgada” (Cappella, 2010, p. 45). No obstante, este concepto no ha estado ausente de críticas, es poco claro y se ha utilizado de diferentes maneras, no lográn- dose un consenso en la utilización de este siendo (Jones, 2000, como se citó en Alaggia, 2004). Es así como en ocasiones se ha considerado la develación como el mero acto por el cual se da cuenta de la situación abusiva, olvidando que se trata de un pro- ceso complejo y relacional que se compone de más factores que el simple hecho de contar la situación abusiva (Alaggia, 2004). En cuanto a la caracterización de este proceso, en la literatu- ra se observan diferentes categorizaciones en torno a los tipos de develación. No obstante, y para los efectos del presente estudio, se considerará la propuesta generada por Capella (2010), quien propone dividir los tipos de develación según la forma en que esta se inicia, la persona a la cual se dirige y la latencia entre el inicio de los hechos abusivos y su develación, logrando abarcar diversos
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