Agresiones sexuales: reflexiones acerca de las intervenciones psicológicas [Volumen VII]

169 Consideraciones para la Intervención Psicoterapéutica con Niños, Niñas y Adolescentes Víctimas de Agresión Sexual que se han Retractado María José Coya Valenzuela, Carmen Luz Novoa Orrego, Javiera Ormazabal Saavedra y Francisca Vargas Sánchez tipo de acto exclusivamente al adulto” (p. 161), quien busca la gratificación sexual, cosificando al NNA (PDI, 2011): Cuando un adulto abusa sexualmente de un niño, considera que puede utilizar el cuerpo de éste a su antojo … En el en- cuentro sexual entre un adulto y un niño, éste es despojado del beneficio de la experiencia. Puesto que el adulto es el único beneficiario, se trata de una relación abusiva. (Perrone y Nannini, 1998, como se citó en PDI, 2011, pp. 106–107) Otra característica es la existencia de una relación asimétri- ca, dada la edad del NNA, su condición de vulnerabilidad o de dependencia (Barudy, 1998, como se citó en PDI, 2011). Es decir, la actividad sexual entre un NNA y un adulto implica una explo- tación de poder, denominada como abuso (Glaser y Frosh, 1997, como se citó en PDI, 2011). El contacto sexual no deseado es otra característica, respecto de la cual los autores coinciden en que se realiza mediante el uso de métodos coercitivos, especialmente la coacción explícita o im- plícita; la primera como el uso de la fuerza física, violencia, entre otras, y la segunda como la utilización de la relación de depen- dencia (Glaser y Frosh, 1997, como se citó en PDI, 2011). Finalmente, se menciona la incapacidad del NNA para en- tregar un consentimiento válido, debido a la incomprensión del acto abusivo, por su inmadurez psicosexual, relación de confian- za, amenazas, entre otras (PDI, 2011). En síntesis, estas características se integran en la siguiente definición: La implicación de un niño o un adolescente menor en activi- dades sexuales ejercidas por los adultos y que buscan princi- palmente la satisfacción de estos, siendo los menores de edad inmaduros y dependientes y por tanto incapaces de compren- der el sentido radical de estas actividades ni por tanto de dar su consentimiento real. Estas actividades son inapropiadas a su edad y a su nivel de desarrollo psicosexual y son impuestas bajo presión—por la violencia o la seducción—y transgreden