Agresiones sexuales: reflexiones acerca de las intervenciones psicológicas [Volumen VII]

150 Agresiones Sexuales. Volumen VII . Elías Escaff Silva, María Isabel Salinas Chaud, Paula Flores Zúñiga y Carolina de la Fons Díaz L f y Palmer, 2008), e incluso a concretar una agresión sexual física (Webster et al., 2012). Dinámica Abusiva en el Child Grooming La dinámica y los procesos en los que se desarrolla el fenó- meno del child grooming no responden a una secuencia lineal ni a características universales. No obstante, desde la revisión se pueden distinguir ciertas especificidades y fases. En primer lugar, se identifica una fase de preparación donde el agresor realiza la elección de una probable víctima a partir de un conjunto de variables como la percepción de posible vulnera- bilidad psicoemocional y/o exposición de las víctimas en el esce- nario virtual (Webster et al., 2012). Posteriormente, se concreta el envío de una solicitud indeseada a través de alguna red social, la cual al ser aceptada da inicio a una relación estuprosa y da paso a la fase de seducción. En la fase de seducción, el agresor establece gradualmente una relación cercana con la víctima, principalmente mediante es- trategias de engaño, falseamiento de identidad y manipulación emocional. El objetivo es lograr un contacto privado a través de plataformas virtuales, que facilite la percepción de confianza por parte de la víctima (Basave, Fernez, M. Harith y A. Harith, 2014). De esta manera, el carácter y la forma de las interacciones pueden escalar desde conversaciones íntimas, flirteos, elogios y otras for- mas de acicalamiento. Lo anterior, gradualmente da paso a lo que se identifica como la fase de actos sexuales abusivos sin contacto corporal, en tanto estas estrategias de acicalamiento se desplazan a conversaciones e interacciones transgresoras tales como el exhibicionismo, la ex- posición a pornografía y la solicitud de imágenes con contenido erótico a la víctima (Gupta, Kumaraguru y Sureka, 2012). Desde esta dinámica relacional entre víctima–victimario, el agresor instala posteriormente lo que se identifica como la fase de la ley del silencio. Aquí, el agresor extorsiona a la víctima con el fin de evitar que devele y mantenga la dinámica abusiva en se- creto, generalmente a través de amenazas y otros mecanismos de coacción y coerción (Choo, 2009).

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