Agresiones sexuales: reflexiones acerca de las intervenciones psicológicas [Volumen VII]

99 Agresión Sexual Entre Hermanos Menores de Edad: Características y Dinámicas Fernanda Castillo Gallardo, Tábata Catalán González, Patricia Jaures Marinao y Paula Vargas Reyes como de tener un diagnóstico por desorden de conducta (Joyal et al., 2016; Krienert y Walsh, 2011; O’Brien, 1991, como se citó en Collin–Vézina et al., 2014; Worling, 1995, como se citó en Tidefors et al., 2014). En cuanto a lo que motiva la agresión sexual, los análisis realizados por Allardyce y Yates (2013), señalan que los niños y adolescentes que agredían solo a hermanos solían estar conside- rablemente más motivados por lo que llaman ira a causa de celos . Lo que concuerda con los autores citados en su estudio, Green (1984) y Kambouridis (2012), quienes encontraron que los ata- ques físicos y sexuales entre hermanos eran usualmente motiva- dos por una venganza contra el hijo favorecido por sus padres. Complementariamente, Tidefors et al. (2014) señalan que la agre- sión sexual hacia un hermano, por parte de adolescentes, no está motivada principalmente por impulsos sexuales, sino que busca subsanar algunas de las necesidades insatisfechas por el contexto familiar, como por ejemplo, la no disponibilidad de los padres, en cuyo caso la agresión contribuiría a un mayor grado de unión entre hermanos. En relación con la repetición de la conducta sexual abusiva, casi la mitad de los hermanos ofensores, en un estudio realizado por Tidefors et al. (2014), habían agredido sexualmente a más de una víctima, para el 76% la primera víctima fue alguien de la familia inmediata. Por otra parte, un número significativamente mayor de hermanos ofensores (19 de los 21) había repetido la agresión hacia la misma víctima. Los resultados anteriormente expuestos han sido sintetiza- dos en una tabla resumen que abarca los aspectos más relevantes encontrados en los artículos (véase la Tabla 1). Comentarios Respecto a los resultados obtenidos tras la revisión, se hace relevante destacar la marcada diferencia de género que se pre- senta, donde la mayoría de las víctimas son mujeres, mientras que la mayoría de los ofensores son hombres. Cabe destacar en este punto, que estos hallazgos no difieren con los otros tipos de agresión sexual, en donde el hombre es preponderantemente el

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