Miradas para el desarrollo del trabajo inter y transdisciplinario en América Latina
PARA EL DESARROLLO DEL TRABAJO INTER Y TRANSDISCIPLINARIO EN AMÉRICA LATINA MIRADAS en cuenta las condiciones diferenciadas que este tipo de trabajos re- quieren y la organización en la que se enmarcan. Actualmente, la UNA cuenta con 710 PPAA inscritos en el Sistema de Información Académica (SIA), de los cuales el 32% está identificado como disciplinar, el 33% como interdisciplinar y el 35% como multi- disciplinar. En la estructura del SIA y los datos anteriores, hay dos limitaciones que permiten ilustrar la necesidad de un proceso de insti- tucionalización diferenciado. La primera limitante es que esa clasifica- ción de los PPAA no está acompañada de una definición precisa de lo que se entiende por cada una de las formas de trabajo MIT, lo cual no fomenta una justificación o discusión de la manera en que cada pro- grama, proyecto o actividad académica se autocalifica. Esto permite encontrar una clasificación errónea de los PPAA; por ejemplo, es posi- ble que proyectos de una sola unidad académica con dos participantes de la misma disciplina están clasificados como interdisciplinarios. La segunda limitante es que el SIA no contempla un espacio para las ini- ciativas de carácter transdisciplinar. En este sentido, existen iniciativas que, en términos formales, no se reconocen como tales, según su natu- raleza. Esta discusión permite reconocer esa tensión entre lo institucio- nalizado y lo instituyente; lo institucionalizado dispone de espacios de clasificación (orientados a dar claridad y construir indicadores), mien- tras las prácticas instituyentes lo llenan de sentido, por un lado, desde una apertura poco rigurosa y, por otro, desde un reclamo por espacios y reconocimiento de otras formas de trabajo. El caso de las redes es particular, pues se constituyen desde una prác- tica no formalizada; es decir como acción instituyente, pero a partir del año 2010, con la creación del Fondo UNA-REDES, se promovió su institucionalización, para lo cual se utilizó como mecanismo de forma- lización la modalidad de PPAA. Este cambio solventó, en cierto sentido, la necesidad de organización que impedía visibilizar las redes, con su inscripción propia en los registros institucionales. Contradictoriamente, esta acción ha restringido el enfoque MIT, pues la gestión de los PPAA está diseñada, normativamente hablando, para iniciativas con partici- pación de una o pocas instancias académicas, por lo que se configura una sobrecarga burocrática en los equipos académicos, especialmente cuando participan varias instancias académicas, de distintas faculta- des o sedes. Asimismo, la inscripción de las redes es requisito solo para aquellas que concursan por fondos, por lo cual no hay un verdadero 167 Capítulo 3
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