Una propuesta práctica para integrar la evaluación formativa y el curriculum
58 UNA PROPUESTA PRÁCTICA PARA INTEGRAR LA EVALUACIÓN FORMATIVA Y EL CURRICULUM CAPÍTULO 7: RETROALIMENTACIÓN A LAS Y LOS ESTUDIANTES Una evaluaci n no es ni puede pretender llamarse formativa sin la retroalimentaci n. No obs- tante, no cualquier retroalimentaci n promueve el aprendizaje e incluso hay retroalimentacio- nes que da an a quien la recibe, inhibiendo futuros aprendizajes (Hattie y Timperly, 2007; Shute, 2008; Anijovich, 2016). Incontables veces hemos escuchado a adultos decir “dejé de cantar” (o bailar, pintar, leer…) o “de ahí en adelante, sabía que la matemática (o química, historia, filosofía…) no era lo mío”, al ejemplificar cómo cierto tipo de retroalimentación afectó negativamente su autoestima, sus ganas de aprender y su motivaci n para perseverar. Por nuestra experiencia y por el acumulado de investigaciones de las ltimas décadas, sabemos del gran potencial de la retroalimentaci n para acelerar y fortalecer el desarrollo de las capacidades, comprensiones y competencias de las y los estudiantes. A lo anterior sumamos que con la implementaci n del Decreto 67 sobre evaluación, calificación y promoción, hoy existe una presión legal para incor - porar en los reglamentos internos de los colegios -y crucialmente, en la experiencia escolar de todo el estudiantado- la evaluaci n formativa y con esta la retroalimentaci n. Sería raro e improbable que alguien se opusiera a la retroalimentaci n hoy en día. Dicho eso, se entiende y se practica en el aula de diferentes maneras, dando lugar a algunas buenas pr cti- cas, pero también a otras que no lo son. Este capítulo y sus ejemplos aspiran a aclarar el sentido de la retroalimentaci n como pr ctica efectiva, lo cual puede implicar la necesidad de ajustar pr cticas tradicionales de retroalimentaci n que se realizan equivocadamente bajo la creencia que aportan al aprendizaje de las y los estudiantes. Existen varias definiciones de retroalimentación y la mayoría tiene en común algunas de las ideas articuladas por Wiggins (2012) cuando escribe: La retroalimentaci n no tiene que ver con felicitar o culpar, tampoco aprobar o desaprobar (no obstante nuestras formas comunes de hablar). La retroalimentaci n no es evaluar, o sea, no es un acto que otorga valor. La retroalimentación es una ayuda valóricamente neutral sobre tareas que merecen realizarse. Describe lo que está presente y no está desarrollado en relación con las metas. Es información accionable y empodera a una alumna o alumno a realizar ajustes inteligentes cuando la aplica e n su próximo intento de desempe o. (traducci n y énfasis propio) Son varios los elementos interesantes en esta definición. Para comenzar, destacamos la dife - rencia entre una retroalimentación útil (o efectiva), en el sentido definido por Wiggins, y una calificación numérica o verbal como “Muy Bueno”. Estas calificaciones proveen información, pero ni la una ni la otra son retroalimentaci n efectiva. Para que tenga ese atributo se requiere identificar fortalezas y debilidades en los desempeños y, además, orientar a las y los estudian - tes sobre acciones que pueden emprender para seguir avanzando a futuro. En otras palabras, la retroalimentaci n efectiva se empe a en apoyar el aprendizaje y orientar su avance. La retroalimentaci n efectiva puede ocurrir en distintos momentos en el aula. Por un lado, se puede realizar durante el proceso de aprendizaje y de elaboraci n de productos o actuacio- nes, o sea “sobre la marcha”, en cuyo caso su funci n es proveer una orientaci n que ayuda a las y los estudiantes a aclarar lo que se busca y profundizar las capacidades implicadas en los trabajos que est n realizando. Las oportunidades para ofrecer retroalimentaci n durante este proceso son diversas: por ejemplo, circulando por el aula un profesor puede abrir di logos con intenci n y contenidos formativos, así como retroalimentar por escrito versiones tempranas de productos o desempeños auténticos o etapas específicas de proyectos más largos (ver Capítu - lo 5). Al comentar los trabajos por escrito es especialmente importante que la retroalimentaci n sea planificada de tal manera que se dé el tiempo necesario para que el estudiantado com - prenda, discuta y, sobre todo, act e sobre los comentarios y sugerencias provistos.
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