Una propuesta práctica para integrar la evaluación formativa y el curriculum

51 UNA PROPUESTA PRÁCTICA PARA INTEGRAR LA EVALUACIÓN FORMATIVA Y EL CURRICULUM CAPÍTULO 6: BUENAS PREGUNTAS La relaci n entre la evaluaci n y las preguntas puede considerarse tan obvia que pareciera no merecer comentario alguno: casi por definición los instrumentos de evaluación, como las pruebas escritas y los ex menes orales, se componen esencialmente de ellas y el aula es un espacio donde abundan. Sin embargo, c mo formular “buenas preguntas” no es algo obvio, por lo que es necesario dilucidar qué caracteriza a las preguntas que son interesantes y valiosas. Dicho de manera general, son “buenas” las preguntas que son abiertas, que ponen en marcha varias capacidades en forma integrada, que son motivantes, que provocan la indagaci n o la exploraci n y que requieren por parte de las y los estudiantes una elaboraci n cognitiva o una reflexión. Son preguntas de esta naturaleza las que nos permiten observar, evaluar y retroali - mentar las capacidades, competencias y comprensiones, ya que justamente provocan acciones y elaboraciones en las cuales estas capacidades se manifiestan de forma explícita. En un mar - cado contraste con las preguntas f cticas que tienden a predominar en el aula -las que apelan a hechos, términos y definiciones, como cuando se pregunta “¿quién sabe lo que es una isla”, “¿cu ndo se descubri la penicilina?” o “¿Bulgaria fue parte del pacto de Varsovia?”-, las buenas preguntas indagan en las comprensiones y capacidades de los estudiantes, invocando la expli- citaci n de procesos internos. Las respuestas que suscitan suelen ser m s largas y elaboradas que las que gatillan las preguntas f cticas y son m s variables en su contenido y formulaci n, en cuanto expresan lo que piensan las y los estudiantes. Así, estas preguntas permiten a los y las docentes adentrarse en las ideas de sus estudiantes y obtener informaci n “accionable” para apoyar o profundizar el desarrollo de las capacidades, la comprensión y, en definitiva, los prop sitos formativos 1 . Asimismo, contribuyen a entablar una cultura dialogante en el aula, en la que el desarrollo del pensamiento de las y los estudiantes ocupa un lugar central. Las preguntas que llamamos “buenas” son similares a las que también se designan como “es- tratégicas” o “efectivas”. Nuestra propuesta de priorizar este tipo de “buenas” preguntas en desmedro de las preguntas f cticas se sostiene en investigaciones psicol gicas sobre el poder del habla para facilitar y fortalecer el desarrollo cognitivo. Nos referimos a la investigaci n so- bre “el arte de preguntar” (Black et al., 2003) y a estudios pedag gicos sobre la fuerza y poten- cial de la “ense anza dial gica” (Alexander, 2018). En consecuencia, recomendamos entablar interacciones en el aula en base al planteamiento de buenas preguntas, y escuchar y observar a las y los estudiantes mientras elaboran, crean y discuten. Buenas preguntas en el diálogo pedagógico Muchas de las interacciones y diálogos con finalidad evaluativa se inician con una pregunta que invita a las y los estudiantes a transparentar el razonamiento detr s de las ideas y decisiones que est n tomando. Por ejemplo, en el contexto de la tarea auténtica de Historia revisada en el Capítulo 5, la docente podría preguntar por un término o expresi n usada en una de las fuentes que las y los estudiantes no habían notado, y al hacerlo, impulsarles a observar una idea impor- tante que les ayude a construir una comprensión más fina o sutil del mensaje del autor. Otras preguntas como “¿de qué manera aporta este ejemplo (o foto, video o cita) a identificar tus ideas principales?”, “¿en qué sentido el título propuesto resume sin contradicci n su conclusi n y las opiniones vertidas en las columnas?” o “¿por qué decidieron concentrarse en los dichos de Churchill y no mencionar ni a Roosevelt ni a Hirohito?”, exigen que los y las estudiantes formulen 1 Es interesante notar que se le ha otorgado un rol a las preguntas y al acto de preguntar en las descripciones de los est ndares de la buena ense anza en los dominios de ‘Preparaci n del proceso de ense anza y aprendizaje’ y de ‘Ense anza para el apren- dizaje de todos/as los/as estudiantes’ (CPEIP, 2021).