Distinciones póstumas y simbólicas a estudiantes víctimas de desaparición y ejecución política de la Universidad de Chile (1973-1990)

34 que no comenzó hoy, sino que el mismo 11 de septiembre. El negacionismo comenzó cuando los tribunales de justicia se negaron a acoger los recursos de amparo, esos que nosotros pensábamos que era la única posibilidad que teníamos para que salvaran la vida de nuestros papás, hermanos, tíos, esposos, abuelos. Ellos, la justicia de Chile, fueron los primeros que negaron nuestra historia. No sabemos cuántas vidas se hubieran salvado si los tribunales y el poder judicial hubieran hecho lo que tenían que hacer por cada uno de quie- nes estaban siendo detenidos y hechos desaparecer. Ese negacionismo, que estuvo desde el principio de la dictadura, ha ido avanzando y ahora lo tenemos al frente nuestro. En estos 50 años se ha mostrado un tremendo compromiso con la memo- ria. Se han realizado una serie de acciones, y hoy recopilamos en este texto el emocionante proceso de entrega de títulos póstumos a detenidas y detenidos desaparecidos y personas ejecutadas políticas, acto que entrega dignidad y re- paración a nuestros familiares y que esperamos que pueda ser replicado por muchas más universidades. Yo me pregunto, ¿Qué pasará en el año 51? ¿Y en el 52? ¿Y en el 53, y así sucesivamente? ¿Vamos a seguir buscando solas? ¿Se va a seguir bailando la cueca sola? ¿Se van a seguir cantando las canciones? Si no nos ocupamos y no nos hacemos cargo, va a volver a repetirse esta historia, así como se repitió hace muy poco tiempo, el 2019. ¿Queremos que nuestros hi- jos y nuestros nietos, y las generaciones por venir, vuelvan a vivir esta historia? ¿Vamos a querer que nuestros hijos, y que nuestros nietos que vienen, vuelvan a vivir esta historia? Esta tarea no puede seguir recayendo en las Agrupaciones: tiene que ser la tarea de todas y todos, por el país que queremos construir. Debemos buscar a todos y cada uno, hasta encontrarlos. Así sean cincuenta años más.

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