Universidad y discapacidad, diálogos críticos desde Latinoamérica
39 DIÁLOGOS CRÍTICOS DESDE LATINOAMÉRICA versidad Autónoma del Estado de México, donde trabajo, y he encontrado que solamente 1.14% de las personas, de los y las estudiantes son personas con discapacidad. Es decir, el número es reducidísimo sobre todo si pensamos que la me- dia porcentual nacional es de 4.9%, pero que en el Estado de México se eleva 12.24%. Si el Estado de México y otros Estados presentan muchísimo más alto el índice de personas con dis- capacidad que la universidad estatal, que alberga solamente a 1.14%. Estos datos representan un problema, ya que es un porcentaje mínimo de personas con discapacidad reconocid- as en educación superior, y además están invisibilizadas, por lo que es prácticamente imposible que acá podamos hablar de esta generación de colectivos que son importantísimos para defender sus derechos y para dignificar la posición de los estudiantes con discapacidad y de las diversidades. Es muy lamentable observar que a diferencia de lo que sucede en Chile y en Colombia, nosotros ni siquiera hemos alcanza- do ese nivel de organización y participación. Carolina Murillo: Coincido con Eska con que la cantidad de personas con discapacidad que ingresan a la universidad es mínima, realmente tienen muchísimas más barreras que los estudiantes que ingresan por la vía de admisión regular. En Colombia lo que sucedió fue que ellos se dieron cuenta que, una vez alcanzado el ingreso a la universidad, tenían muy pocos recursos para poder apoyarse, encontrando compren- sión y apoyo entre sus pares estudiantes con discapacidad. A pesar de que sonmuy pocos, logran coordinarse; las primeras iniciativas fueron para mover a la institucionalidad y expresar las dificultades en la infraestructura física que impedía que llegaran a los salones, presionando a la institucionalidad para que garantizara la posibilidad de acceder a la educación. Con esta primera causa común comienzan a hacer presión a través de marchas, plantones, pasar requerimientos o pasar cartas. Comienzan a vincularse y con el sentir se une el mov- imiento; por ejemplo los y las estudiantes usuarios/as de sil- la de ruedas, se van contando: “las rutas más accesibles por la universidad son estas”, “yo me voy más por la facultad” o “uso tal lugar donde no están los árboles para poder transi-
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