Chile desbordado. Tensiones, resistencias y construcciones colectivas en el siglo XXI

- 93 - Víctor Orellana y Fernando Carvallo tórica de superación de los conflictos sociales de la etapa histórica previa y la emergencia de una nueva clase media (Brunner, 2006; V. Espinoza et al., 2013; Tironi, 1999). Si bien la discusión sobre la educación superior y la estratificación so- cial ha tenido distintos desarrollos, interesan dos nudos: la dimensión sub- jetiva de las decisiones y la dimensión objetiva de la movilidad. La primera dice relación con si los sujetos actúan o no como agentes que invierten ra- cionalmente en capital humano. Y los principales hallazgos de los economis- tas acusan un déficit en la racionalidad de las elecciones, dado que, en lugar de optar por carreras de alta rentabilidad, la masificación tendía hacia carre- ras universitarias tradicionales en instituciones de baja calidad y muchas ve- ces con un rendimiento económico menor y decreciente; es decir, a ampliar una esfera universitaria de prestigio simbólico más que de retorno económi- co optimizado (Meller, 2010; Meller y Rappoport, 2006). De ahí que se discu- ta un supuesto problema asociado a la publicidad engañosa (Zapata y Tejeda, 2016) que decanta en políticas públicas que buscan ampliar la información sobre instituciones, carreras y remuneraciones futuras (destaca acá el portal www.mifuturo.cl ), junto a un aumento significativo de la regulación en cuan- to al aseguramiento de la calidad (León Reyes, 2018). Además de tomar decisiones un tanto alejadas de la orientación econó- mica óptima, los nuevos estudiantes tampoco seguían el patrón esperado en su trayectoria académica. En 2015 la deserción no llegaba al 20% en las insti- tuciones tradicionales (del Consejo de Rectores), pero alcanzaba el 30%, 36% y 37% en universidades privadas, Institutos Profesionales (ip) y Centros de Formación Técnica (cft), respectivamente. En las cifras globales un 40% de los matriculados iniciales, al 9no año, no lograban titularse. Este indicador bordea el 50% en ips y cfts, en un contexto de alta heterogeneidad por insti- tución (Blanco et al., 2018). Un estudio más reciente es mucho más pesimis- ta: al séptimo año de ingreso a una carrera, sólo el 39% de los estudiantes de ips y cfts logra titularse (Sandoval, 2020). Para explicar esta situación, De los Ríos y Canales convergen con el deba- te de las elecciones de carrera e institución, sugiriendo un déficit de raciona- lidad de los sujetos. El origen social no actuaba sólo en los recursos disponi- bles —rendimiento y dinero— sino que modelaba determinada subjetividad, una que evaluaba a la baja sus capacidades académicas y posibilidades de éxito. Bajo este esquema se estudió el problema de la deserción (De los Ríos y Canales, 2007), de la retención (Canales y De los Ríos, 2009) y de la elec- ción de carrera e institución (postulación) (Canales, 2016). Desde entonces

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