Chile desbordado. Tensiones, resistencias y construcciones colectivas en el siglo XXI

- 91 - Víctor Orellana y Fernando Carvallo Los principales debates, a nivel internacional, se dan en la década de 1960 y 1970 entre los promotores de la teoría de la acción racional y del capital hu- mano y sus críticos de las teorías de la reproducción y del credencialismo. Como se sabe, los adeptos a las teorías de la reproducción o del credencialis- mo plantean que el discurso de la movilidad social a través de la educación es puramente ideológico, un instrumento para evitar el antagonismo de cla- se por medio de una aparente distribución meritoria de rendimientos acadé- micos legítimos (Baudelot y Establet, 1987; Bourdieu, 1979; Bowles y Gintis, 2011; Collins, 1979). La educación superior, más que igualdad de oportuni- dades, constituye un cierre social para ocultar el conflicto de clase (Collins, 1979). Bourdieu (1979) sugiere que las clases subalternas tienen menores des- empeños en virtud de su bajo capital cultural; la educación no agregaría “ca- pital humano” sino que transformaría el capital cultural en educativo. De este modo, para Bourdieu, la clase social toma una centralidad analítica por sobre el individuo, enfrentando al individualismo metodológico y a la teoría de la acción racional. Con los giros neoliberales de 1970 y 1980 en adelante, este debate es re- organizado: retrocede su dimensión global y conflictiva para tomar preemi- nencia los aspectos micro y la observación de límites a la movilidad social, asociándose aquellos escollos a formas de intervención afirmativa del Esta- do. En simple, si la estructura de clases dificulta la movilidad social, asocian- do el rendimiento a la herencia de clase en lugar del mérito, el desafío de la investigación es construir conocimiento para impedir la determinación del rendimiento académico por la clase, es decir, hacer realidad el mérito. El de- bate asume entonces un carácter normativo, y la idea de movilidad social in- dividual se identifica con la justicia social (se impone una interpretación me- ritocrática de aquella). En este esquema, la observación crítica advierte en la educación un pro- ceso reproductivo en cuanto a la clase o un instrumento de dominio; lo que permite a las teorías de corriente principal reivindicar la agencia contra la determinación estructural (normativamente leída como libertad y posibili- dad de salir adelante en la vida). Hay una suerte de reedición de la discusión sobre la determinación de la herencia en la prosperidad de las personas que opone a los críticos del capitalismo —que insisten en que la propiedad priva- da impide una meritocracia real— frente a sus defensores, los cuales, basa- dos en los casos atípicos —pero reales— en que personas logran forjar fortu- nas sin herencias previas, intentan comprender las características y rasgos de aquellos casos, con tal de generalizarlos.

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=