Chile desbordado. Tensiones, resistencias y construcciones colectivas en el siglo XXI

- 77 - Natassja Mancilla do poblado de Enco, del cual fueron desalojados violentamente, en que se le- vanta el lema plasmado en un lienzo: “Con la memoria del ayer, recuperamos Enco hoy”. Esta acción marcó un hito a nivel territorial y nacional, ya que es difundido por medios de comunicación y redes de memorias, despertando el interés de diversos grupos y personas, potenciando la formación de otras organizaciones integradas por personas que habitaron el Complejo y fueron desalojadas. En paralelo abre la discusión sobre la propiedad privada sobre el territorio que en algún momento fue de control estatal. En el proceso de observación participé en las instancias donde las organi- zaciones que se constituyen posteriormente, como Raíces de Toledo y Entre Lagos y Montañas, establecen como principales objetivos la restitución de te- rrenos de los poblados del Complejo y el reconocimiento del Estado por vul- neraciones a los derechos humanos, a través de acciones colectivas en un tra- bajo articulado que se propone entre agrupaciones. En los incipientes acuer- dos, aún no existía claridad sobre cómo nombrar lo experimentado de mane- ra clara, en una consigna que diera cuenta de lo tratado involucrando todas las aristas que estaban en juego. La necesidad de identificar marcos interpretativos es relevante en el pro- ceso analizado para ponerlos en tensión desde sus características particu- lares. En ese sentido, es importante indicar que las posiciones generaciona- les son marcadas en las construcciones de memorias, principalmente porque son personas jóvenes quienes toman las dirigencias y vocerías de las organi- zaciones, formando otros discursos que se desligan de las consignas de las or- ganizaciones de derechos humanos que surgen en la dictadura y década de 1990. Levantando la dimensión de diversas afectaciones y problemáticas que han sido pasadas por alto o se les ha restado importancia en las discusiones, tanto a los impactos a nivel comunitario en la ruralidad y, sobre los excesos de las clases empresariales en la desarticulación de la vida cordillerana. Tal como menciona una de las dirigentas: Comparto lo que dice M. en relación con que nadie hizo nada, el Esta- do de Chile está en deuda con nosotros porque el Estado debe garanti- zar nuestros derechos y ahí fueron vulnerados los derechos humanos, los más básicos, entonces, abusaron de la gente humilde, que no tenía conocimientos de sus derechos. Que no tenía la formación como para defenderse y por eso nos hemos levantado ahora la generación que en ese entonces éramos niños, nos hemos levantado, y hemos levantado la mano y alzado la voz para decir con nosotros no, no más (F.G. entre- vista grupal, 11 octubre de 2020).

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