Chile desbordado. Tensiones, resistencias y construcciones colectivas en el siglo XXI
- 70 - Memorias colectivas (Foucault, 1985). Es decir, son efecto de los procesos de memorias y la cons- trucción de territorialidades, situándose en un nivel de mutua constitución. Es por lo anterior, que la conflictividad moviliza significados de las experien- cias de despojo, injusticia y violencia se traducen en demandas que son de- finidas como relevantes a partir de la elaboración de narrativas. Porque es en la articulación del pasado con el presente conflictivo en que se le otorga sentido político a la memoria (Calveiro, 2006: 377), y se identifica su poten- cial resistente ante las articulaciones hegemónicas (Laclau y Mouffe, 2015: 183) del pasado. Así, emergen nuevas demandas de justicia que vienen a plantear la nece- sidad de reconocimiento sobre sucesos en que se ha guardado silencio en las sociedades, ya sea por factores contextuales o por situaciones de violencia que tienen continuidad. En la pregunta planteada sobre las memorias colec- tivas y las reconfiguraciones territorialidades a partir del control de la pro- piedad privada que posibilitó la dictadura, es menester adelantar que, estos procesos fueron marcados por la privatización del territorio y el estableci- miento de nuevas formas de relaciones sociales, que se entiende por y a par- tir de la propiedad privada, noción que tiene el efecto de establecer repercu- siones a nivel simbólico y material importantes. 2.3. La desposesión y el reconocimiento de sujetos Los procesos de acumulación por desposesión que ocuparon a David Harvey (2005), me permiten comprender desde las propuestas de Rosa Luxembur- go al presente, que existen proceso de acumulación originaria que persisten y se reactualizan en la fase neoliberal del capitalismo. Indicando que prác- ticas y estrategias de los ejes de poder, que se consideraban superadas en la modernidad, siguen ocurriendo de formas tan salvajes y depredadoras como antes, y más acentuadas en el contexto global. Entre dichas formas se iden- tifica la expulsión de comunidades, la esclavitud, la mercantilización y pri- vatización de bienes comunes —tales como el agua—, la aparición de sujetos desechables, entre otras. En estos procesos de acumulación por desposesión la violencia se insti- tuye como fuerza productiva, tal como plantea Federici (2010) desde María Mies. En la visión de Lefebvre (1974), es productora y organizadora de un de- terminado espacio globalizado donde se generan dinámicas concretas. En ese sentido, existen sujetos que son el efecto de las dinámicas de la violencia, los cuales es importante enunciar en los análisis de manera crítica y situada, integrando en las lecturas sobre la acumulación por desposesión las dinámi- cas del neoliberalismo como clave interpretativa.
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