Chile desbordado. Tensiones, resistencias y construcciones colectivas en el siglo XXI

- 55 - Olga Espinoza le llegó una puñalá justo aquí en el ombligo. Y el loco se fue pal’ hospi- tal, ahora, hoy en día está parapléjico. Y solamente por meterse a de- fender (Privado de libertad 2). 5. Apreciaciones finales Gendarmería de Chile tiene una regulación en la que declara controlar todos los ámbitos de la vida en prisión. Sin embargo, la implementación de estas normas no se manifiesta de igual forma en todas las cárceles, pudiendo iden- tificarse lógicas informales y discrecionales de organización que, en muchos casos, incorpora a los internos en estas tareas. Estas diferencias de gestión serán visibles según el funcionario que esté a cargo de cada unidad e, inclusive, de cada sector. Así, en algunos casos existi- rán funcionarios con una lógica “pro reo” y en otros no; es decir, en unos casos los funcionarios tendrán una actitud de escucha y atención a las demandas de los internos y en otros se mantendrán desconectados de sus requerimientos. En relación con la participación de los internos en la organización de las unidades penales, siguiendo la misma lógica relevada en los estudios lleva- dos a cabo en la década de 1990 por Cooper (1994) y Pérez (2000), también se identificó diferentes formas de involucramiento de los internos. Los roles de monitores de actividades deportivas o culturales, junto a la de mozos o, incluso las de líderes de dormitorios (celdas o “carretas”) son algunas de las acciones que suelen ser ejecutadas por los internos, encajando dentro de lo que Brosens (2019) denomina: “actividades propias de la rutina de la cárcel”. Un segundo nivel de involucramiento de las personas privadas de liber- tad, denominado por Brosens (2019) “participación en intervenciones de apoyo a pares”, podría decirse que se refleja en el rol de los monitores, so- bre todo tomando en consideración que parte de sus motivaciones apuntan a promover un uso positivo del tiempo libre y reducir potenciales conflictos. Es preciso indicar que no fue posible identificar ninguna referencia a la tercera categoría, de “participación democrática”. Algunas tareas claves del funcionamiento de la cárcel, como es la segmentación, se realiza de forma complementaria entre los funcionarios penitenciarios y los internos. Esto sucede porque los internos mantienen el control de una serie de espacios y dinámicas, como las correspondientes a las celdas o dormitorios. Sin embar- go, esta participación en la segmentación no es oficial ni cuenta con recono- cimiento formal, por lo que no corresponde definirla como una instancia de diálogo con las autoridades de la unidad penal.

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