Chile desbordado. Tensiones, resistencias y construcciones colectivas en el siglo XXI

- 51 - Olga Espinoza tegrante cumple un rol distribuido de forma jerárquica, donde el siervo sería el rol más básico, seguido del discípulo, culminando en la figura del pastor, quien sería el líder y representante del grupo. Pero no todos los liderazgos son positivos, existiendo líderes que repre- sentan a los internos en acciones negativas o delictivas. Esta distinción es percibida por los funcionarios basándose en el tiempo de convivencia con los internos. El tiempo de convivencia, sobre todo del personal que mantiene un trato directo con la población penal y acompaña sus rutinas en los diferentes sectores, permite a los funcionarios conocer cuál es el perfil de cada grupo, pudiendo diferenciar los distintos tipos de liderazgo, establecer cercanía con algunos de ellos y mantenerse informado sobre hechos relevantes que pudie- ran tener implicancias en la seguridad de la unidad. Cada jefe de torre tiene identificado obviamente a los internos que componen la torre y también tiene internos que le comentan qué es lo que está pasando. Entonces también el funcionario se dirige a estos lí- deres y de alguna u otra manera trata de manejar un poco la situación, de tener el control. Aunque el control total lo tienen ellos [los presos]. El control de resguardo lo tienen los funcionarios, pero las dinámi- cas que se dan ahí los tienen ellos mismos [los presos] (Profesional 1). Lo descrito hasta aquí expone distintas formas de participación de las personas privadas de libertad en la organización de la cárcel, pudiendo ob- servarse que algunas de ellas tendrán más protagonismo que otras, siendo necesario una mayor profundización en futuros estudios. 4.2. Prevención de la violencia por las personas privadas de libertad Una premisa del presente trabajo es el reconocimiento de distintos niveles de agencia en los internos, entendiendo por agencia la “capacidad de auto de- terminarse e involucrarse en los asuntos de su entorno”. 14 En función ello, se ha indagado en las acciones que realizan (o no) los reclusos a fin de prevenir la violencia, tal como se describe a continuación. 4.2.1. Evitar la violencia manteniéndose en los márgenes Las personas privadas de libertad, al margen del tipo de delito cometido, mu- chas veces buscan evitar la violencia para sobrevivir a la experiencia carce- laria y egresar a salvo al obtener libertad. Para ello, intentan mantenerse al 14 “En la perspectiva de Sen, el agente es aquel que posee la capacidad de actualizar ciertos recursos en esta- dos o acciones que tiene razones para valorar” (Reyes, 2008: 155).

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