Chile desbordado. Tensiones, resistencias y construcciones colectivas en el siglo XXI

- 215 - Eugenia Pizarro micos, sociales y familiares. Asimismo, permite a las mujeres navegar situa- ciones emergentes, como la pandemia por covid-19. 4. Organización cotidiana del cuidado compartido Tal como planteara Agnes Heller (1970), en el contexto de la vida cotidiana se reproduce tanto el sujeto como la sociedad. En este sentido, la cotidiani- dad del cuidado compartido entre madre y abuela reproduce lógicas de géne- ro tradicionales, al tiempo que deja ver quiebres y resistencias que tienden a la emancipación. Del mismo modo, en este espacio se produce y reprodu- ce la historia relacional de ambas mujeres, en una dinámica de encuentros y desencuentros. En este escenario, la organización del cuidado cotidiano se encuentra atravesada por una diversidad de factores, como el grado de participación paterna en el cuidado, la situación residencial de ambas mujeres, las relacio- nes con la familia extendida, los desafíos económicos, la trayectoria laboral y circunstancias particulares. Así mismo, las narrativas dan cuenta de espe- cificidades en el cuidado infantil relativas al territorio y a las transformacio- nes sociohistóricas del contexto valdiviano. Sobre esta base, en todos los casos la participación central de la abuela en el cuidado juega un rol fundamental. Al respecto, cabe señalar que esta forma de involucramiento fue intencionada en el diseño muestral, por lo que está presente en todos los casos. De esta forma, todas las narrativas dan cuenta de la expresión de solidaridad intergeneracional por parte de las abuelas, des- tacando su impacto en el bienestar familiar. Esto se relaciona directamente con la relevancia de la participación de las abuelas para enfrentar el desafío empleo/familia y para favorecer la participación de la madre en el espacio público, tal como se expuso anteriormente. En este marco, cada díada resuelve los desafíos cotidianos del cuidado in- fantil de formas variadas. Esto supone un trabajo de planificación y negocia- ción, mediante el cual se distribuyen las responsabilidades de manera más o menos explícita. Así, a través de la repetición cotidiana de estas formas de or- ganización, madres y abuelas van construyendo patrones de interacción que logran disminuir —en parte— la ansiedad que genera la gestión del cuidado. En este contexto, el desafío que supone encontrar acuerdos o tolerar des- acuerdos, se asocia directamente con la historia relacional de ambas muje- res, la que se va actualizando en la cotidianidad del cuidado. En este sentido, las mujeres van desarrollando estrategias para evitar o disminuir el conflic-

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